El embalse ‘El Cercado’, está a punto de colapsar tras las fuertes lluvias registradas en las últimas semanas y que han dejado a miles de damnificados.
La tormenta tropical Sara ha dejado a su paso una estela de destrucción en el departamento de La Guajira, con más de 190.000 personas afectadas y la amenaza latente de un desbordamiento de los ríos Ranchería y el embalse El Cercado. El aumento significativo de las lluvias y los niveles de los cuerpos de agua en la región han generado una alerta roja para los municipios más impactados: Manaure, Riohacha y Albania.
Según reportes oficiales, los habitantes de estas localidades, particularmente las comunidades indígenas, han enfrentado una situación de emergencia sin precedentes cuando fueron sorprendidos por las fuertes lluvias y las inundaciones de sus hogares, quedando atrapados bajo el agua y recurriendo a refugiarse en cambuches improvisados.
La Coordinadora de la Unidad Departamental para la Gestión del Riesgo de La Guajira, Yisareth Pana, explicó que el nivel del río Ranchería ha alcanzado una condición crítica, con una alerta activa para los tres municipios más afectados. “Recomendamos a los municipios extremar medidas y activar sus planes de emergencia. Pedimos a la comunidad limitar sus actividades cerca del río Ranchería para evitar tragedias”, señaló Pana.
El embalse El Cercado, cuya capacidad operativa está al 99%, ha sido uno de los principales focos de preocupación. Este embalse, que se utiliza para mitigar las inundaciones durante la temporada de lluvias, ha experimentado un incremento acelerado de su nivel de agua en los últimos días. Según las autoridades, entre el 1 y el 12 de noviembre, su nivel pasó del 79,81% al 98,28%, mientras que el caudal de descarga hacia el río Ranchería aumentó en más de un 158%, lo que pone en riesgo a las poblaciones cercanas.
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Comunidades indígenas en crisis
Las comunidades indígenas de la región han sido las más afectadas por el paso de la tormenta. Muchos de ellos han denunciado la falta de presencia de las autoridades en la zona para atender la emergencia, a pesar de que las autoridades locales están activando los protocolos de contingencia. Las comunidades han expresado su desesperación ante la falta de recursos y apoyo, mientras las lluvias continúan sin cesar.
El gobernador de La Guajira, Jairo Aguilar, destacó la complejidad de la situación en su departamento, señalando que más de 39.000 familias se encuentran afectadas por las lluvias y las inundaciones. “La situación sigue siendo difícil. Las lluvias no han parado y el acceso a la Alta Guajira es muy complicado”, dijo Aguilar.
El mandatario regional también informó que ha mantenido conversaciones con el director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, Carlos Carrillo, para coordinar la llegada de maquinaria pesada y otros recursos que permitan atender las necesidades urgentes de la población afectada. En este sentido, Aguilar subrayó la importancia de contar con un puente para facilitar la llegada de ayuda a las zonas más aisladas.
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Ideam advierte más lluvias
El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales -Ideam- advirtió que las lluvias continuarán durante este fin de semana, con probabilidades de precipitaciones del 50% en varias regiones del departamento, lo que podría agravar aún más la situación.
Ante la gravedad del panorama, las autoridades instan a la población a mantenerse alerta y seguir las recomendaciones de evacuación y precaución para evitar mayores riesgos. Las labores de rescate y asistencia continúan, mientras la región se prepara para una posible intensificación de las lluvias y los desbordamientos.
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