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Mié, Dic

Finalizando este 2025 pudimos reconfirmar de que Gustavo Petro aún quiere ser reelegido a pesar de su desprestigio o en segunda instancia tener al candidato tan marxista como él, cual es Iván Cepeda; sería por ende la reafirmación nada más y nada menos del puro y sectario estalinismo. Colombia entraría en la órbita cubana, nicaragüense y venezolana de total gobierno comunista.

Es preciso resaltar del Pacto Histórico y sobre ello no nos cabe la menor duda de que ese partido con Petro a la cabeza ha sido, y será, el más corrupto de todos en la historia de nuestra República. Desde el primer día se dedicaron a robar a diestra y siniestra; asaltaron el erario como si fuese hacienda propia; lo peor haberse atrevido a afirmar que ellos acabarían con los abusos y los actos corruptos; pero, así es la actuación de los gobiernos marxistas.

Por primera vez hemos tenido un jefe de estado mitómano como buen alumno leninista, vinculado de lleno con los grupos subversivos y dándole apoyo a un gobierno ilegitimo como el de Maduro; desde luego, su solidaridad ideológica madurista le quedaba difícil ocultarla.

Otra característica sin par son las sanciones que ha recibido por parte del gobierno americano. A Samper le quitaron la visa, pero no lo calificaron como a Petro de terrorista internacional; los discursos de nuestros mandatarios en los organismos internacionales eran escuchados con respeto y admiración; a diferencia de Petro que tan solo ha sido objeto de burlas en los noticieros de varias cadenas, en distintos países.

Ha habido intervenciones en las cuales no le ha importado presentarse bajo el efecto del exceso de licor y naturalmente lo único que ha dicho son babosadas sin fundamento; hablando de lo divino y lo humano, con fraseología etérea e irreal.

En nuestro territorio sus alocuciones expresan el lenguaje del odio, del desconocimiento de las instituciones, de ataques al empresariado y al sector privado y de otra parte decisiones golpeando a las fuerzas militares, maniatándolas y dando de baja a los generales de más experiencia de combate y curtidos en materia de inteligencia. Petro, eso sí, y lo evidencia en su rostro, se ha sentido bien cuándo sus acompañantes son facinerosos delincuentes, a quienes ha invitado incluso a las tarimas donde pronuncia sus discursos. Que diferencia con los anteriores gobernantes, en este cuatrienio en contraste con todos los jefes de Estado que lo antecedieron, quienes siempre se rodearon de los más probados técnicos, los más reconocidos profesionales en cada una de las materias a su cargo ahora acompañan a Petro los más mediocres; predomina la ideología, el ser obsecuente y callar ante todo puesto que Petro es el Mesías. Algo inexplicable, que no tiene ni presentación, ni soporte administrativo o académico.

En el ámbito internacional, todos los ojos han estado puestos en la guerra de Rusia y Ucrania. Trump ha participado y sigue empeñado en cesar las hostilidades. En este momento todavía se vienen adelantando conversaciones entre Estados Unidos, Rusia y Ucrania con miras al cese al fuego definitivo, bajo 28 puntos los cuales se están discutiendo.
En ellos se proponen cesión de territorios, reducción de tropas ucranianas, dinero para Ucrania. Así mismo se incluye amnistía a las dos partes, sin derecho a reclamación futura y levantamiento de las sanciones a Rusia. La posición de Zelensky no es la mejor, dado que se descubrieron manejos económicos incorrectos. Por ello Hungría ha comentado que en Ucrania existe una “mafia de guerra”.

Con la intervención de Trump se paró la potencial guerra entre India y Pakistán que toda la vida han estado en pie de un conflicto bélico. Evidentemente se dieron la mano estos dos pueblos. Las circunstancias guerreristas de Rusia han dado lugar a que Trump obligue a la OTAN a que participe con el 5% del PIB de cada miembro.

Ciertamente todos los países que pertenecen a esa organización aceptaron esa sugerencia impositiva. Con la salvedad de España, que al final parece estar dispuesta a proceder de conformidad con la proposición trumpista. Al fin y al cabo, la OTAN es Estados Unidos, Estados Unidos es la OTAN.

Estados Unidos apoya a Japón frente a China y a Corea del Sur respecto de Corea del Norte. El gobierno comunista de Bolivia perdió las elecciones y volvió el sistema democrático; indudablemente esa misma situación se vivirá en Chile el próximo 15 de diciembre en que las fuerzas de centro derecha unidas derrotarán a la comunista Jara ganadora en la primera vuelta y que nos sirva este último ejemplo con vistas a nuestras futuras elecciones legislativas y presidenciales.

Pero lo más importante para Hispanoamérica es que antes de terminar diciembre, de regalo de navidad caiga en Venezuela Maduro y su combo. Sería el mejor cierre de 2025.

La situación de los comunicadores sociales y periodistas en América Latina y el Caribe es muy delicada; sumaron 18 de los 67 periodistas asesinados en el último año, lo que supone el 26 % de los profesionales de los medios de comunicación que han muerto en el mundo en el ejercicio de sus funciones.

En la vida es menester estudiar, conocer y profundizar la historia universal. Quien conoce: “La historia no traga entero”; es decir, hará lo necesario para que no se vuelva a repetir y es una aseveración que está en consonancia con la realidad de los hechos históricos.

Ya la advertencia está hecha y ahora se debe caminar por un hilo delgado, línea que en cualquier momento se puede corree, porque el gobierno nacional está comprometido en muchos escándalos de narcotráfico, lo que ha derivado en la advertencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de que cualquier país que produzca y trafique droga hacia Estados Unidos "está sujeto a ataques", al sugerir que también podría incluir a Colombia en las operaciones terrestres contra el narcotráfico con las que amenaza a Venezuela.

 

La noticia cayó como una bomba en el gobierno nacional que tiene como única respuesta  suavizar las maltrechas relaciones entre Colombia y Estados Unidos, las cuales sufren cada día más por la defensa que hace el presidente Gustavo Petro, de su homólogo venezolano, Nicolás Maduro; lo peor es que sigue comprometiendo seriamente los intereses de Colombia, algo que parece no le interesa a Petro.

El presidente norteamericano ha sido muy directo, claro, eso sí, guardándose lo mejor del mensaje para cuando se haga realidad.  Trump dijo que "he oído que Colombia, el país de Colombia, produce cocaína. Tienen plantas de fabricación, ¿de acuerdo? Y luego nos venden cocaína. Pero sí, cualquiera que haga eso y la venda a nuestro país está sujeto a ataques, no necesariamente solo Venezuela", dijo el mandatario  a la prensa durante una reunión con su gabinete en la Casa Blanca. Y  prendió las alarmas en el gobierno nacional dejando preocupado a los colombianos, ante la falta de seriedad y responsabilidad del presidente Petro en no saber manejar unas relaciones comerciales y económicas, que durante más de 200 años han sido exitosas.

 

Trump lo tiene claro; reiteró que los ataques contra los cárteles de la droga dentro del territorio venezolano comenzarán muy pronto; insistió en que aunque Venezuela ha sido peor que la mayoría, hay otros países que también envían a sus narcotraficantes a Estados Unidos.

Y esa indirecta fue directa contra el gobierno colombiano, más cuando el presidente Gustavo Petro, su esposa Verónica Alcocer, su hijo Nicolás Petro Burgos,  y el Ministro del Interior, Armando Benedetti  están incluidos en la Lista Clinton, conocida como la Oficina de Control de Activos Extranjeros, del Departamento del Tesoro de los Estados Unidos,  que  incluye a individuos y entidades que están vinculados con actividades ilegales, como el narcotráfico y el lavado de dinero. En este caso, hay que caminar bien derechito, mayormente los implicados que tienen serios cuestionamientos también con la justicia colombiana, como el caso de Benedetti y de Nicolás Petro Burgos, quien precisamente esta siendo juzgado por varios casos de corrupción y la Fiscalía General de la Nación, esta pidiendo, mientras avanza el juicio, casa por cárcel para el hijo del presidente Petro.

 

En estos días  la situación de país vecino no es fácil; los potenciales ataques en tierra venezolana significarán una expansión de la operación militar Lanza del Sur, que desde septiembre hasta ahora ha destruido a 21 embarcaciones en el Caribe y el Pacífico oriental, causando la muerte de los  narcotraficantes, como ejemplo para otros que quieran imitar este delictivo comportamiento.

 

El despliegue militar estadounidense en aguas caribeñas, uno de los mayores de las últimas décadas, ha incrementado la presión sobre el Gobierno del presidente venezolano, Nicolás Maduro, al que Trump acusa de liderar el oscuro Cártel de los Soles, designado por Washington como una organización terrorista extranjera. En octubre pasado, el presidente Trump dedicó fuertes críticas contra Petro, al que también señala como líder del narcotráfico y suspendió la ayuda estadounidense a ese país por su supuesta inacción en la lucha contra las drogas.

 

Petro niega las acusaciones, hace toda clase de pataletas, se enfrasca en sus diatribas en redes sociales; califica a Trump de grosero e ignorante con Colombia y también ha rechazado como injerencia el despliegue militar estadounidense y denunciado los ataques contra las supuestas narcolanchas, algunos de ellos llevados a cabo en el Pacífico oriental, cerca de las costas colombianas.

 

Trump defiende lo suyo, protege su país, trata de erradicar el problema del narcotráfico desde la raíz y tiene su propia  justificación  legal de estas operaciones advirtiendo que Estados Unidos tiene derecho a defenderse de la "ola de drogas" que los cárteles envían hacia sus territorio;  esto quiere decir, que el gobierno colombiano arroja un saldo en rojo, que tarde que temprano, seguramente tendremos que pagar.

 

El acuerdo marco entre Estados Unidos y Argentina sobre comercio e inversión, que incluye aspectos arancelarios, normativos y de propiedad intelectual, establece importantes concesiones del país suramericano hacia Washington.

La lucha contra la delincuencia organizada transnacional, debe ser persistente, constante  y apoyada indiscutiblemente por todos los gobiernos afectados; en especial, aquellos que sufren con ahínco este crimen que atenta contra la vida. En este orden de ideas, los  países andinos, deben  reforzar las acciones conjuntas que impulsan contra el crimen organizado.

Ecuador asumió a finales de septiembre, la presidencia pro tempore de la Comunidad Andina, CAN, y cuya importancia radica en que para fortalecer la arquitectura andina de seguridad subregional, se debe realizar en forma conjunta con todos países aliados al organismo; es decir, Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, que aunque ahora no es un miembro oficial, pero históricamente ha estado  involucrado en la CAN, debe integrar el bloque de lucha, por que es  un país que lo está necesitando.

La Comunidad Andina,  CAN, entró en vigor con la firma del Acuerdo de Cartagena el 26 de mayo de 1969 y fue conocida hasta el 1996 como Pacto Andino o Grupo Andino. Es un organismo internacional de carácter económico, nacido para alcanzar un desarrollo integral, equilibrado y autónomo de los países y los pueblos andinos y está compuesta por cuatro Estados andinos: Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú.

El Proceso Andino de Integración cuenta con órganos e instituciones que forman parte del Sistema Andino de Integración, SAI. La sede de la Secretaría General se encuentra en Lima, Perú, y la sede del Parlamento Andino en Bogotá, Colombia y además es un organismo que sirve para integrar a las naciones en la lucha contra el narcotráfico, por que comparten frontera, que además es amplia y bastante complicada, lo que es aprovechado por los grupos al margen de la ley y narcotraficantes para hacer su negocio más productivo.

Es muy importante que se  ponga toda la atención necesaria y debida a los temas prioritarios que maneja la Comunidad Andina por que agrupa a casi 109 millones de habitantes, en una superficie de 3 798 000 kilómetros cuadrados, cuyo producto interno bruto nominal se estima ascendería en el 2018 a 706 903 millones de dólares; son cifras que mueven todo un tejido social compuesto por los renglones económicos, sociales y de seguridad nacional.

Tal como lo ha enfatizado el presidente Daniel Noboa, mientras un solo Estado no esté seguro, ninguno podrá estarlo plenamente; ahaora se tiene la oportunidad de constatar el camino recorrido y sobre todo de identificar los desafíos pendientes para hacer más efectiva la respuesta común.

Los delitos como el tráfico de armas, de droga y de migrantes, la minería ilegal y los delitos financieros continúan afectando directamente a los pueblos andinos ya que el crimen organizado constituye una de las amenazas más graves para la institucionalidad democrática y la convivencia en la región, por lo que la cooperación, es indispensable; además hay que subrayar de la existencia de  la necesidad de que las zonas de frontera sean espacios seguros y territorios de oportunidades, crecimiento y cohesión social.

Cuando Ecuador asumió la Presidencia pro tempore de la Comunidad Andina, se planteó con claridad que la seguridad subregional sería uno de los ejes prioritarios del  trabajo y por ellos los Estados son los que tienen que estar presentes y para eso se tiene que trabajar en conjunto tan velozmente como el enemigo lo hace. No hay tiempo que perder.

 

Un niño rumano conduce su bicicleta junto a una floristería decorada para Navidad en el centro de Bucarest, Rumanía, ayer 5 de diciembre de 2025. Rumanía, país cristiano-ortodoxo, celebra la Navidad el 25 de diciembre. (Foto EFE/EPA/Robert Ghement)

Padres de escolares secuestrados esperan fuera de la Escuela Católica Privada Santa María en Papiri, estado de Níger, Nigeria, ayer 24 de noviembre de 2025. Cincuenta de los 303 escolares secuestrados han escapado del cautiverio y se han reunido con sus familias, según la Asociación Cristiana de Nigeria (Foto EFE/EPA/Afolabi Sotunde)

Personas compran alimentos en una tienda de Los Ángeles, California, EE. UU. Los supermercados y las empresas alimentarias estadounidenses se preparan para una disminución en las próximas ventas si el programa SNAP, de asistencia alimentaria federal, se suspende por primera vez debido al cierre parcial del gobierno. (Foto EFE/EPA/Allison Dinner)

Gran parte del pueblo de Blatten, ubicado en el valle de Loetschental, en el cantón del Valais, quedó sepultado bajo masas de hielo, lodo y rocas. Numerosas casas fueron destruidas y una persona permanece desaparecida. Entre el 19 y el 28 de mayo, varios millones de metros cúbicos de roca cayeron del monte Kleines Nesthorn, sobre Blatten. Esto creó un cono de escombros de nueve millones de toneladas en el glaciar Birch, que finalmente se derrumbó el 28 de mayo de 2025. (Foto EFE/EPA/Michael Buholzer)

CIUDAD DEL VATICANO, La misa "Pro eligendo pontifice", que oficia el decano del colegio cardenalicio, Giovanni Battista Re, dara comienzo hoy en la basílica de San Pedro ante la presencia de los 133 cardenales que desde esta tarde se encerrarán en cónclave para elegir al papa número 267 de la historia de la Iglesia. EFE/ Mario Tomassetti/Vticano.

Activistas antiaborto reaccionan ante la decisión judicial sobre Idaho contra Estados Unidos, en la Corte Suprema en Washington, DC, EE.UU. En una victoria temporal para los defensores del derecho al aborto, la Corte Suprema desestimó el caso de aborto de alto perfil de Idaho  en el caso de Idaho contra Estados Unidos. (Foto EFE/EPA/Shawn Thew) 

Como se recordará, esta vez, a diferencia de lo acaecido en 2024, el Congreso de la República aprobó el proyecto de ley del Presupuesto General de la Nación (PGN) para la vigencia de 2026, evitando así el decretazo con el que amenazaba el ejecutivo para su expedición, como ocurrió con el PGN de la actual vigencia. El monto original propuesto por el Ministro de Hacienda Germán Ávila fue de $556.9 billones, pero al final se aprobó por parte del Congreso $546.9 billones, luego de que el Ministro Ávila, ante su reticencia, accediera a reducirlo en $10 billones. De esta manera, el desfinanciamiento del presupuesto calculado en $26.3 billones, aunque para el Comité independiente de la Regla fiscal (CIRF) superaba los $40 billones, se tornaba en los $16.3 billones.

“Yo soy Cabal”, así tituló María Fernanda, mi esposa y compañera de 40 años de ideas y propósitos, el libro que lanzó con un éxito que no me sorprendió, pero si me emocionó sentir el entusiasmo de tantas personas queriendo conocer más de ella.

Cabal es su apellido, pero lo que expresa en su libro, donde desentraña su pasado, sus luchas, sus alegrías y agobios, y sus expectativas frente a un país que no resiste más violencia, corrupción y desorden, es que ella no es Cabal solo de apellido, sino que, por formación y convicción, lo es también de principios; cabal en los significados del diccionario: integridad, honradez, rectitud…

Dirán mis lectores –y es cierto, pues yo también soy Cabal– que son palabras surgidas de la mutua admiración, que además hemos confesado públicamente, como nuestras diferencias, más en lo político que en lo personal, aunque ella se adentre en ese campo que defendemos como privado, pero que dice mucho de lo que somos. Sin embargo, el país sabe que, desde su aparición en el ambiente público y enrarecido de la política, María Fernanda ha demostrado que otra forma de hacerla en Colombia es posible. No en vano su libro comienza con su ruptura con “lo políticamente correcto”.

Invito a mis lectores a conocer a la persona descomplicada que está detrás de una imagen aguerrida –que lo es–, y además estigmatizada por las narrativas de la izquierda, en un libro intimista en sus recuerdos, reflexivo en sus angustias por Colombia y vertical en la defensa de sus convicciones, que se han ido amojonando a lo largo de un camino que hemos andado juntos hasta un espacio político –la derecha–, en el que hoy es precandidata presidencial por el partido Centro Democrático.

¿Qué es la derecha para “La Cabal”? Es la expresión de los lemas nuestro escudo. Es la Libertad y el Orden, pero, sin pretender cambiar el escudo, es el Orden primero, porque la libertad sin orden es libertinaje y caos.

De ahí una de sus consignas: “Voy a poner orden en la casa”; a llamar las cosas por su nombre y a ponerlas en su sitio. No más embajadas, consejerías y ministerios innecesarios, ni más activistas en cargos estratégicos. El Estado debe volver al tamaño necesario y la meritocracia a un lugar de privilegio.

El Orden es hijo de la Seguridad, y esta lo es de una Fuerza Pública que persiga al delincuente y una justicia que lo castigue. No más diálogos, dizque “de paz”, con criminales confesos y reincidentes. La paz la construimos entre todos cuando la autoridad, la justicia, y un gobierno decente restituyan el orden.

Sí. El Orden primero, como único camino hacia la verdadera Libertad: libertad de pensar y expresarse; de emprender y generar riqueza individual y social…; libertad de ser en un entorno de respeto por la libertad de los demás.

“Yo soy Cabal”, un libro que recoge la historia de la vida y las ideas de una mujer que no promete…, que se compromete con Colombia.

Que tener un buen Congreso es tan importante como elegir un Presidente eficaz y serio lo hicieron evidente las tentaciones autoritarias de Petro y su nefasto gobierno.

Así como las Cortes han cumplido un papel fundamental en la defensa de la Constitución y la ley y en investigar y juzgar a los funcionarios con fuero, el Congreso le ha puesto freno al grueso de los desvaríos legislativos de la izquierda que mal gobierna y roba desaforadamente en este gobierno y ha hecho alguna tarea de control político, aunque no tan juiciosa y efectiva como fuera deseable.

Es verdad que hubo parlamentarios que se vendieron por algunos contratos y unos miles de millones al gobierno, que no dudó en montar una pestilente operación de saqueo de la UNGRD y otras entidades con ese propósito, y que partidos como el Liberal y el Conservador le jugaron a Petro al inicio de la legislatura. Pero no es menos cierto que ambos partidos se fueron desmarcando en la medida en que se hicieron inocultables los muchos errores y horrores del gobierno. El expresidente Gaviria neutralizó el motín que desde el gobierno promovieron para apropiarse del partido y asumió una postura de oposición frontal. Efraín Cepeda jugó un papel fundamental durante su presidencia del Senado. Con todo, esos partidos están fraccionados y algunos de sus parlamentarios siguen jugándole al gobierno.

También es cierto que el único partido consistente y sólido en hacer oposición a Petro ha sido el Centro Democrático. Sin ambigüedades, sin esguinces, sin fracturas, con argumentos, la bancada del CD ha asumido las banderas de la oposición. La defensa de la democracia y de las libertades encontró su voz en los senadores y representantes del CD.

Si este Congreso ha sido muy importante para la preservación del estado de derecho y para contener en algo el daño que hace el petrismo, el próximo Congreso será vital. Y lo será tanto si el Presidente que llega es un demócrata como si fuera Cepeda, no lo quiera la mayoría. Cepeda, formado en la línea dura del partido Comunista y familiarmente cercano a las Farc, es mucho más radical que Petro y, él sí, inteligente y metódico. Con cuatro años más de izquierda en el gobierno los males serían incalculables y el riesgo de perder la democracia una certeza.

En la próxima legislatura los demócratas debemos contar con una mayoría amplia y suficiente, que nos evite el peligro de quedar en manos de algunos mercenarios, siempre gobiernistas que, al estilo de Roy y Benedetti, están con cualquiera que ocupe la Casa de Nariño y cambian de ideas como de ropa interior. Al servicio de sus intereses personales y no de los de la Nación, se venden por tres puestos, unos contratos y algunos millones. Si con esos mercaderes de la política la izquierda hace mayoría, perderemos el país.

Necesitamos, en cambio, parlamentarios bien formados, ideológicamente sólidos y consistentes, honrados y transparentes. Y con temple, que se necesitará y mucho tanto para encarar la reconstrucción del país que nos dejan en ruinas y devolverle la esperanza a los colombianos, como para hacer control político y servir de freno y contrapeso a una Presidencia excesiva y que tiene demasiada capacidad de hacer daño.

El próximo Congreso debe legislar en asuntos que van desde reconstruir los aparatos de inteligencia e impedir su abuso gubernamental como aparatos de policía política hasta devolverle a los colombianos un sistema de salud eficiente y con acceso ágil y oportuno a médicos, medicamentos y tratamientos y encarar una reforma tributaria que disminuya el gasto y alivie los bolsillos de los ciudadanos, entre otros proyectos prioritarios.

Ese Congreso, además, tiene que abordar también la reforma del sistema de investigación y juzgamiento del Presidente. La Comisión de Acusaciones es una absoluta vergüenza.

El Centro Democrático, su comité de notables, su director Gabriel Vallejo y el presidente Uribe, me han ofrecido el segundo renglón en su lista para Senado. Un honor y un gesto de confianza que agradezco y he aceptado. Es momento de servir a la Patria con carácter, generosidad y disciplina.

La línea que separa la política de la criminalidad se ha venido borrando bajo este gobierno, no por accidente, sino por un patrón que se repite desde la campaña presidencial. Hoy la pregunta es: ¿las disidencias cooptaron al Gobierno Petro o fue una operación coordinada desde la campaña para obtener apoyo armado y territorial para ganar elecciones?

No sería la primera vez que sectores cercanos al hoy presidente aparecen vinculados a estructuras criminales en tiempos electorales. El país recuerda las visitas de su hermano Juan Fernando Petro y Piedad Córdoba a las cárceles para buscar apoyos políticos de poderosos criminales a cambio de impunidad, sumado a las tracaladas de dinero que habría recibido el hijo Nicolás Petro de corruptos y mafiosos para la precampaña. Y el estelar video donde se habla de los $15 mil millones de no se sabe quién y los $500 millones de “Papá Pitufo”, poderoso contrabandista.

Las alertas estaban ahí desde el primer día: no eran hechos aislados, sino un patrón que insinuaba un proyecto político dispuesto a cruzar líneas prohibidas para ganar el poder, usándolo luego para favorecer estructuras narcoterroristas y mafiosas, pagando así el apoyo político.

Aún sin ley de sometimiento, el gobierno -con la complicidad de la Fiscalía- ha levantado órdenes de captura de jefes del Clan del Golfo y de Los Pachenca, incluso de criminales solicitados en extradición por Estados Unidos y España.

La deformación de “la paz” es total; hoy está convertida en salvoconducto para delinquir, donde ni en flagrancia los criminales pueden ser capturados. Desmantelaron cualquier noción de justicia.

El caso de Anorí es el episodio más escabroso: tras un informe de inteligencia, un retén militar capturó a siete cabecillas de las disidencias, incluido el jefe máximo “Calarcá”. Se movilizaban en camionetas de la UNP, armados, con oro ilegal y acompañados de un menor reclutado. ¿La reacción del Gobierno? Liberarlos, amparándose en la figura de los “gestores de paz”. La fiscalía conceptuó que ni aun en flagrancia los gestores se pueden capturar. Soltaron a alias “Ramiro”, cabecilla de la subestructura 18; alias “Urias”, del frente Rodrigo Cadete; y Diana Carolina Rey “Erika”, conocida como la reina de la extorsión. Todos con procesos abiertos por concierto para delinquir, reclutamiento de menores, tráfico de armas, extorsión y explotación ilegal de recursos. Y los tres que no eran gestores de paz los nombraron para buscar liberarlos. Al general que lideró la operación lo sacaron.

Pero los computadores y celulares de “los gestores” fueron incautados y enviados a la fiscalía, donde pasaron 16 meses guardados. Gracias a Caracol TV, el país supo lo que hay.

Generales que habían sido retirados y que se unieron a la campaña de Petro fueron reincorporados. Esos apoyos se recibieron en una reunión donde también estuvo el senador Iván Cepeda. Y estos generales aparecen con conversaciones y emails con las disidencias. Los colocaron estratégicamente cerca al ministro Iván Velázquez para decidir la permanencia o retiro de oficiales o suboficiales. Entre 2021 y 2024 salieron 17 mayores generales del Ejército, 20 de la Policía y casi 350 coroneles del Ejército, Policía y Fuerza Aérea.

Hay evidencia de que los oficiales ayudaban a las disidencias dándoles información, frecuencias de radio, incluso ayudándolos a legalizar armas y carros blindados a través de empresas de vigilancia. El superintendente entregó 18 licencias exprés en 24 horas. La infiltración llega hasta la dirección de inteligencia dedicada a proteger los “infiltrados”.

Y, como si fuera poco, en la mesa con el Eln, el senador Iván Cepeda no solo avaló que los grupos armados puedan reclutar menores desde los 15 años, sino que además legitimó el secuestro bajo el eufemismo de “retención con fines económicos”. Y lo más grave de todo, Cepeda se abrogó el derecho a convertir en política pública los acuerdos parciales con el Eln, sin Congreso ni control jurisdiccional.

Iván Cepeda siempre está en el lugar exacto donde se cruzan la política y las estructuras narcoterroristas. El país tiene derecho a saber qué compromisos se adquirieron, qué se negociaba realmente y por qué el candidato a la presidencia del Pacto Histórico, Cepeda, siempre aparece al lado de quienes tienen el poder de fuego en Colombia. Cepeda, el implacable persecutor del presidente Uribe, en cambio sale abrazado y sonriente en múltiples fotos con el narcoterrorismo. Confían en los que andan con armas matando la oposición que él también persigue.

Atención Colombia, estamos al borde del abismo.

Casi todos los jugadores de la flamante selección de fútbol del “país independiente”, pero “constituyente” del Reino de los Países Bajos, llamado Curazao, nacieron en la tierra ganada al mar del Norte, o hacia el sur de tal, en sus alrededores; algo similar, respecto de la cacareada exmetrópoli neerlandesa, ocurre con la mayoría de los futbolistas de la selección de Surinam.

La forma cómo Sarah Jessica Parker, actriz inmortalizada por su icónico rol en la noventera serie “Sex and the City”, terminó convertida en uno de los cinco jueces que otorgó el Booker Prize de 2025 a David Szalay y su novela “Flesh” es tan curiosa como inquietante: simplemente comentó “Oh, déjenme intentarlo!!!!” a una entrevista publicada en el Instagram del concurso en la que se discutía la sensación de formar parte del selecto jurado del prestigioso galardón. Y así, sin más, la organización se puso en contacto con ella, los abogados arreglaron el papeleo y el resto es historia conocida por todos. Un salto mortal hacia atrás con los ojos cerrados y doble tirabuzón que muy seguramente no nos habría funcionado a ninguno de nosotros de haber intentado exactamente lo mismo.

Una elección poco ortodoxa, pero no necesariamente carente de fundamento ya que la actriz no está fuera del mundo editorial. Todo lo contrario, tiene un sello propio, SJP Lit, una iniciativa que desde 2022 viene imprimiendo títulos que buscan darle cabida en el mercado tanto a autores internacionales como a otras voces con baja representación en la literatura contemporánea. Una labor loable, sin lugar a duda, pero que dista mucho del esfuerzo titánico de cientos de editoriales independientes que, sin el empuje mediático de SJP Lit, día a día tienen que ganarse la supervivencia contra los gigantes de papel de la industria en Estados Unidos y a quienes un cameo de sus fundadores por el Booker Prize podría significarles la diferencia entre aguantar un año más o sucumbir ante el libre mercado.

En su defensa diremos que no es ni mucho menos la primera vez que el Booker Prize elige como miembros del jurado a perfiles poco convencionales cuya idoneidad para el cargo puede generar cierta suspicacia. El año pasado y en 2019, por ejemplo, designaron a Nitin Sawhney y a Joanna MacGregor, respectivamente, ambos músicos de profesión, mientras que en 2023 nombraron a Adjoa Andoh, más conocida por su rol de Lady Agatha en los Bridgerton, y en 2021 hicieron lo propio con Natascha McElhone, de rol protagónico en la quinta temporada de The Crown. Aun así, el nombramiento de Sarah Jessica Parker ha sido de lejos el más sonado y controvertido, y el reportaje de The New York Times publicado a su favor días después de anunciado el ganador tampoco ha ayudado a aliviar las tensiones.

Independientemente de la calidad que tenga “Flesh”, y la cual sólo descubriremos cuando sea traducida al español, no deja de preocupar la “celebrización” del universo literario a nuestro alrededor. Ya sucedió con el Premio Planeta y su mutación definitiva hacia galardón televisivo, con el Premio Nobel y su ojalá algún día olvidable rendición a los pies de Bob Dylan en 2016 y ahora pasa con el Booker Prize, uno de los últimos bastiones de la academia y la cultura que teníamos en muy alta estima y de cuyo criterio nos fiábamos porque creíamos que estaba por encima de la purpurina, el brilli brilli y los reflectores. No sabíamos cuán equivocados estábamos.