Madrid, 14 dic (EFE).- El ministro español del Interior, Fernando Grande-Marlaska, insistió este lunes ante sus homólogos europeos en la necesidad de un "reparto equitativo de la responsabilidad frente a la inmigración irregular", algo que debe quedar claro en el Pacto de Migración y Asilo que se está negociando en el seno de la UE.
Y el primer paso para alcanzar esa posición común es "aceptar que la inmigración irregular es un "desafío estructural de toda la UE en su conjunto", dijo Marlaska en la reunión del Consejo de Ministros de Justicia y Asuntos de Interior de la Unión Europea (JAI) que se celebró hoy por videoconferencia.
"No podremos avanzar en la negociación si no superamos el enfoque binario, según el cual unos asumen la responsabilidad incondicional de gestionar la inmigración irregular mientras otros ofrecen un eventual apoyo, condicionado según sus circunstancias y posibilidades", afirmó.
Una vez más, Marlaska quiso dejar claro que el Pacto de Migración y Asilo tiene que estar dotado de "una dimensión exterior"; es decir, que multiplique los mecanismos de cooperación con los países de origen y tránsito.
El ministro español agradeció a la Comisaria de Interior de la Unión Europea, Ylva Johansson, "su enfoque de la política migratoria europea, basado en el compromiso y la construcción de relaciones con países de origen y tránsito, como ha demostrado con sus viajes a Marruecos, Túnez y Mauritania".
En cuanto a las políticas para la devolución de migrantes a sus países de origen que no son acreedores de protección internacional --otro de los asuntos abordados en la reunión--, Marlaska señaló que la readmisión es el resultado y la consecuencia de una política migratoria a medio y largo plazo, basada en la construcción de agendas compartidas, en la identificación de intereses comunes, y en la confianza mutua.
Y en ese sentido puso como ejemplo la experiencia del Gobierno español con países como Marruecos, Argelia, Mauritania o Senegal.
Este año, la llegada de migrantes por la ruta del Mediterráneo ha disminuido debido, entre otras razones, a los controles que está ejerciendo Marruecos por la pandemia de coronavirus, mientras que se ha reactivado la llamada ruta atlántica, que lleva a estas personas a las costas del archipiélago español de Canarias.
Desde el 1 de enero de este año y hasta el 30 de noviembre, llegaron de manera irregular a las costas mediterráneas españolas 15.764 personas, frente a los 20.604 de 2019, mientras que las costas atlánticas canarias recibieron a 19.566 inmigrantes, frente a los 1.993 del año pasado, según el fuentes del Ministerio de Interior.
Tanto Marlaska como la ministra española de Exteriores, Arancha Gozález Laya, han mantenido en los dos últimos meses reuniones con las autoridades de países como Senegal o Marruecos, para tratar de resolver esta situación desde los países de origen de los inmigrantes. EFE
