El presidente del Grupo Aval, Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, y Laura Sarabia de la presidencia de la República, se confesaron enamorados de La Guajira
Los dos padrinos que han cambiado la vida a cientos de habitantes de diferentes áreas de la media y Alta Guajira, manifestaron la tarde de este viernes que con solo una visita quedaron enamorados de este territorio y su gente y por eso se propusieron ayudar todo lo que les fuera posible y lo que las instituciones para las que trabajaban lo permitieran. Laura Camila Sarabia Torres y Luis Carlos Sarmiento Gutiérrez, la primera desde la dirección del Departamento Administrativo de la Presidencia de la República y el segundo desde la presidencia del Grupo Aval, uno de los cooperantes más significativos en la consolidación de las obras que se realizan para impactar a 13 comunidades wayuu, de las cuales ya han llevado beneficios a tres.
Sarmiento Gutiérrez, un ejecutivo dedicado a la finanzas y administración de los bancos del grupo económico de su familia, un hombre demasiado ocupado para hablar de su propia vida, este viernes 20 de septiembre, ‘confesó’ parte de lo que es su ser interior, indicando que en los ratos que tiene libre se dedica a la aviación, una de sus pasiones y fue en esa actividad, cuando participó en una jornada de la fundación Médicos Sin Fronteras a quienes fue a dejar en La Guajira, cuando quedó impactado de este territorio y su gente y allí, se dijo que parte de lo que su familia gana en diferentes actividades, lo dedicaría a contribuir en la solución de los problemas más sentidos de esta comunidad.
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Con Laura Camila Sarabia no fue muy diferente, en medio de los viajes y ‘ajetreos’ del Gobierno llegó a La Guajira y el territorio la impactó, el paisaje sin igual y la calidad de la gente la marcaron para siempre y junto a su jefe, el presidente de la República, decidieron dar todo lo humanamente posible para marcar huellas en la vida de estas personas.
Los dos tienen asegurados un sitial en el corazón de los indígenas de La Guajira, porque están impactando en lo que ellos más necesitan, el agua, la energía eléctrica y la conectividad. “Misión La Guajira tiene una estrategia para llegar a 13 comunidades indígenas con la solución de sus problemas más delicados y para eso estamos haciendo una inversión del orden de 100 mil millones de pesos, pero esto no es solo de la Presidencia y el Grupo Aval y Promigas.
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Aquí hay muchas personas y empresas que también están aportando, porque no se trata solo de entregar dinero, también es importante la transferencia de tecnología y la capacitación que se realiza, pero seguimos buscando más aliados y hay muchas personas e instituciones que nos han contactado para ofrecer su cooperación”, dijo la directora del Departamento Administrativo de la presidencia de la República.
La comunidad está feliz con el trabajo que se ha realizado y todo ese sentimiento que los embargó se podría resumir en la frase expresada por el líder de Chispana, Jorge, cuando afirmó: “La llegada de la Misión La Guajira, nos ha cambiado la vida a todos los de nuestras comunidades, nuestros hijos ahora tienen la Internet a mano, ya conocieron y están disfrutando de la energía eléctrica y lo mejor, nos han traído la vida, porque para nosotros los wayuu, el agua es la vida”.