Los beneficiados aseguran que la conexión les ha abierto un mundo nuevo. Y los estudiantes pueden investigar sobre el cuerpo humano, repasan matemáticas y profundizan en los temas que más les cuestan.
La llegada de Internet a 81 comunidades del municipio de Manaure, en La Guajira están cambiando rutinas que antes parecían imposibles de resolver. María Consuelo Castro, directora de Sostenibilidad de Claro Colombia, regresó al territorio para escuchar de primera mano cómo esta conexión está abriendo oportunidades a niños y adultos que antes dependían de largos desplazamientos para poder estudiar o realizar cualquier consulta básica.
Las familias explicaron que, antes de tener energía e internet, los niños llegaban del colegio sin posibilidad de investigar sus tareas. Muchos padres debían enviarlos hasta el pueblo, exponiéndolos a riesgos en la vía y a recorridos agotadores. Hoy, con la conexión instalada a través de la alianza Misión La Guajira, esa preocupación quedó atrás y las tareas se resuelven en la propia comunidad, sin peligros y con mayor acompañamiento familiar.
Una herramienta educativa que evita riesgos y abre puertas
La comunidad de Caletamana y otras zonas beneficiadas destacan que ahora los menores no tienen que caminar largas distancias, recargar datos o viajar hasta Riohacha para buscar información. Con un clic pueden investigar temas de matemáticas, ciencias o cualquier asignatura, lo que reduce riesgos y mejora su rendimiento escolar. Para las madres, la tranquilidad es total: sus hijos estudian en casa y avanzan sin exponerse a la carretera.
Además del servicio, Claro habilitó la plataforma ‘Aprender con Claro’, que ofrece más de 500 cursos gratuitos para cualquier persona del territorio. Jóvenes y adultos pueden elegir temas según sus intereses y fortalecer habilidades que antes no estaban a su alcance, lo que impulsa nuevos proyectos y motiva a las comunidades a seguir formándose.
Niños conectados, familias tranquilas y más futuro en el territorio
Los estudiantes beneficiados aseguran que la conexión les ha abierto un mundo nuevo. Ahora investigan sobre el cuerpo humano, repasan matemáticas y profundizan en los temas que más les cuestan. Para ellos, aprender dejó de depender del clima, de una recarga o de caminar horas. Hoy estudian con comodidad y descubren nuevas herramientas a su propio ritmo.
Los padres también celebran la transformación. Ven a sus hijos más motivados, seguros y con más oportunidades para construir un mejor futuro. La conectividad llegó para quedarse y para demostrar que, cuando la tecnología se usa con propósito, puede cambiar vidas de manera silenciosa pero profunda. La Guajira avanza unida, aprendiendo y conectándose paso a paso.