Carlos Eduardo Brito Mendoza, conocido como alias 'Caliche' y señalado como supuesto miembro del Clan del Golfo, fue capturado en una operación conjunta llevada a cabo por la Seccional de Investigación Criminal de la Policía Nacional, el Ejército y la Fiscalía General de la Nación. La captura se efectuó en la vereda Las Guabinas, ubicada en el municipio de San Juan del Cesar.
Alias 'Caliche' era requerido por el Juzgado Segundo Penal Municipal Ambulante Bacrim de Riohacha, bajo el cargo de concierto para delinquir. Según la investigación, el detenido se encargaba de dirigir actividades de extorsión en contra de comerciantes, ganaderos, agricultores y empresarios del sur de La Guajira. Su influencia en la zona ha generado preocupación entre la población, afectando la seguridad y el normal desarrollo de las actividades económicas en este sector.
Además del delito por el que era solicitado, alias 'Caliche' cuenta con un historial de cinco anotaciones judiciales previas, incluyendo cargos por concierto para delinquir e inasistencia alimentaria. Estas anotaciones demuestran una conducta persistente al margen de la ley, lo que ha convertido a este individuo en un objetivo de las autoridades judiciales y policiales que buscan frenar la expansión de actividades ilícitas en la región. Tras la captura, alias 'Caliche' fue entregado a las autoridades judiciales pertinentes para que continuaran con el proceso legal correspondiente.
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Este operativo representa un avance significativo en la lucha contra las estructuras criminales que operan en La Guajira, destacando el trabajo coordinado entre la Policía Nacional, el Ejército y la Fiscalía en la región. Estos esfuerzos conjuntos reflejan el compromiso de las instituciones en proteger a la comunidad, enfrentar la criminalidad y asegurar la paz.
La captura de alias 'Caliche' envía un mensaje claro a las organizaciones delictivas que operan en la zona: Las autoridades están unidas y firmes en su propósito de erradicar cualquier amenaza contra la seguridad y el bienestar de los habitantes de La Guajira. Esta acción también refuerza la importancia de la colaboración interinstitucional para reducir la criminalidad, ofreciendo un ambiente más seguro y una convivencia pacífica para las comunidades afectadas.