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Jue, Nov

Aftosa II: ¿responderá?

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jose Lafaurie Rivera

Jose Lafaurie Rivera

Columnista Invitado

e-mail: jflafaurie@yahoo.com

El ICA reportó un segundo brote de fiebre aftosa en Yacopí, Cundinamarca. Gravísimo. De ahí que me haya decidido por otra versión de la nota que escribí hace quince días, cuando se anunció un primer brote en zona fronteriza con Venezuela, lo cual de alguna manera lo explicaba, pero no lo justificaba, pues si bien se trata de una región afectada por el contrabando, también es una zona calificada por las autoridades sanitarias internacionales como de “alta vigilancia”.


En una “zona roja” de seguridad, la presencia de la Fuerza Pública debe ser redoblada. En una de “alta vigilancia” sanitaria (ZAV), la acción de la autoridad no se puede limitar a vacunar lo que aparezca,  sino a realizar control sanitario predio a predio, como lo hacía Fedegán durante su administración del Fondo Nacional del Ganado, para establecer variaciones significativas de población bovina y reportarlas al ICA para investigar, ya sea el ocultamiento de ganado o el crecimiento excesivo producto de posible contrabando. 

En una zona de “alta vigilancia” había que preservar y fortalecer el piloto de identificación individual del hato en la región –trazabilidad– que inició Fedegán en 2012, y no hacer borrón y cuenta con inmensas pérdidas de información y de recursos, como hizo el Gobierno solo para “castigar” a Fedegán. En una ZAV era necesario extremar el control sobre la expedición de Guías Sanitarias de Movilidad, susceptibles a la corrupción local.

 A propósito, al gerente del ICA, a quien aprecio en lo personal –y de paso a los lectores– le aclaro desde estas líneas que, primero: en el ICA hay muchos funcionarios honestos, pero también los hay proclives a la corrupción, sobre todo en zonas apartadas y de frontera, donde la Guía se convierte en documento valioso para ganaderos inescrupulosos –que los hay– y para los delincuentes. Segundo: el actual sistema (SIGMA) no garantiza el control contra esa corrupción local, prueba de ello es que los camiones interceptados con ganado de contrabando presentan sus Guías en regla. Tercero: los reclamos de Fedegan por el retroceso en la trazabilidad y las falencias en la expedición de Guías no obedecen a la mezquina pretensión de que le devuelvan el manejo de esas herramientas, sino  al derecho y deber de denuncia que nos corresponde en defensa de los intereses ganaderos.

La culpa no es de la vaca, como reza  el aforismo, y ni siquiera del ICA, sino del Gobierno y el Ministerio, que ofrecieron fortalecer esa entidad y no cumplieron, desaprovechando inclusive facultades extraordinarias. La culpa es de las decisiones desacertadas por motivos desacertados, que llevaron a la separación de Fedegán de la administración del Fondo Nacional del Ganado, a la interrupción  de un proceso exitoso y a la pérdida de rigor en la vacunación. Si todos los niños de mi familia están vacunados los puede visitar otro niño con sarampión sin riesgo alguno. Es así de sencillo.

 Las explicaciones del Ministro son insuficientes o de retrovisor. Que era ganado de contrabando. ¡Claro!. Que en 2009 también hubo un foco. Sí, pero veníamos de la última fase de erradicación. Hoy estamos a ¡ocho años! de ese evento y con mercados logrados con esfuerzo. Se perdieron los de Perú, Ecuador y Panamá. Hace una semana el ministro aseguró que el de Rusia no tenía riesgo y ya se perdió, como también el de Egipto. Ya cayó el precio del novillo gordo y 500.000 productores están afectados. ¿Quién responde? Es una lesión enorme que amerita hasta una acción de grupo contra el Estado por su improvidencia. El ministro afirmó que responderá por los ganaderos. ¿Responderá?