Esta semana, por fin se dio a conocer la tan anunciada reforma tributaria, el moño que le faltaba al regalo, en un país donde la gente se muere en los hospitales y te matan en la calle por un celular; donde las universidades permanecen en paro y el desempleo pulula; donde los niños indígenas se mueren de física hambre, mientras los políticos se lavan sus sucias manos; donde las carreteras están llenas de huecos y peajes; con un Estado que siempre soluciona todos los problemas fiscales de la misma manera, apretándole el cuello a la gente más necesitada, y así, pretenden que se acabe la pobreza y se generen espacios de equidad e igualdad.
Algunos piensan que la reforma no les llega y que en ese tema es mejor no meterse porque no lo conocen, se equivocan, una reforma tan regresiva como esta, nos impacta a todos, especialmente a la clase media y a los más pobres para cubrir un hueco fiscal gigantesco originado por la corrupción (22 billones) y el derroche de un Estado sin dolientes, convertido en una cueva de Rolando en la cual se alternan políticos con el mismo objetivo, desfalcar y buscar un beneficio económico individual.
El Ministro de Hacienda la defiende y dice que es una gran reforma; lo más parecido al proceso de paz que decían que era el mejor acuerdo posible y ahora, solo porque gano el NO, están trabajando en uno mejor. El ajuste está planteado con la excusa de la baja renta petrolera, antes fue la modernización del Estado, después será el posconflicto y luego otra cosa, siempre habrá una excusa para cobrar más impuestos; es cierto que ninguna sociedad regida por un Estado, funciona sin tributación, sin embargo es inaceptable que se roben el dinero de forma tan descarada, como en Reficar, por solo citar un ejemplo; se desperdicien bonanzas, como la del precio del petróleo, más de 100 dólares por barril, que ni siquiera dejó vías modernas, ni puertos, ni ferrocarriles, hablando solo de infraestructura; que el gobierno gaste excesivamente en publicidad para convencer a la gente de su gran gestión, pero la imagen del Presidente sigue en picada, 30%, ni siquiera un Nobel de Paz logró levantarlo.
¿Qué harán los políticos en el Congreso? Lo de siempre, extorsionarán al ejecutivo para aprobarla, pronunciarán discursos y más discursos en plenaria, ante los medios y en plazas públicas para engañar a la gente. Pero al final, la mermelada hará su trabajo y, desde el primero de enero, todo subirá, comenzando por el IVA que pasara del 16% al 19% impactando a todos por igual; la gasolina, 200 pesos por galón que adicionalmente termina incrementando todo, los fletes, pasajes de avión, alimentos; también la telefonía celular, el internet, las gaseosas (300 pesos por litro). Lo que viene es un tsunami de alzas, mejor disfrutemos lo que queda del año, porque en el 2017 no sé qué vamos a hacer para soportar esta reforma pago diario que pica y se extiende.