En operación “San Lázaro”, la Policía Nacional dio captura a los siete integrantes de la banda ‘Los terra’.
En la ofensiva frontal contra el hurto y el tráfico de estupefacientes, retornando la tranquilidad a sectores de la ciudad afectados por estos delitos, en los barrios Loma Fresca y Nariño, en las estribaciones de las faldas del cerro de la popa, la Policía Metropolitana de Cartagena, en conjunto con la Fiscalía General de la Nación, desplegaron la operación san lázaro.
Más de un centenar de hombres y mujeres de la Policía Nacional participaron de este operativo, incluyendo el uso de drones, por la dificultad del terreno, evitando la fuga de las personas que integran esta estructura de delincuencia común organizada, conocidos como “Los terra”, para quienes el desplazamiento forzado, se convirtió en su principal estrategia criminal.
La Policía informó que la operación fue el resultado de un trabajo de policía judicial por parte de la Unidad de Intervención Policial y Antiterrorismo Unipol, en conjunto con la Fiscalía 62 Seccional EDA Cartagena, permitió desde una denuncia por hurto, relacionar y conocer otros hechos delictivos, los roles de los integrantes, y las acciones generadas para evitar ser denunciados por la comunidad, logrando obtener las ordenes de registro y allanamiento y las capturas de sus integrantes.
En la operación San Lázaro, los uniformados dieron captura a seis personas, en igual número de registros y allanamientos, y una persona más fue notificada en establecimiento carcelario. Los capturados serían presuntos autores de hurtos en diferentes modalidades, el tráfico de sustancias estupefacientes, porte ilegal de armas de fuego y municiones, concierto para delinquir, amenazas y desplazamiento forzado, según indicaron las autoridades.
De acuerdo con la Policía, los integrantes de este grupo delincuencial desplegaban su actuar criminal en la parte alta de los barrios Loma Fresca y Nariño, en una zona de difícil acceso, generando temor sobre la comunidad, con el propósito de mantener un control en la zona, despojando a sus habitantes de sus pertenencias y estableciendo una zona de constante comercialización de sustancias estupefacientes, las 24 horas, contaminando a niños, niñas y adolescentes, integrantes de esta comunidad vulnerable.
Para evitar ser denunciados ante las autoridades, este grupo delincuencial generó el desplazamiento forzado interno de cuatro familias, bajo amenazas de muerte e intimidaciones, para demostrar ante la comunidad su accionar criminal.
