Las precipitaciones lluviosas, el aumento de las temperaturas, los solares en montados, llenos de maleza y de basuras, se han convertido en los principales aliados del mosquito Jején, que se ha urbanizado y viene alternando la tranquilidad ciudadana en diferentes sectores de la cabecera municipal y zona rural de Barrancas.
Los incómodos visitantes que en las últimas semanas se han proliferado, ingresan a las viviendas de los habitantes de todos los estratos sociales aprovechando cada apertura o rejillas de las puertas y ventanas y atacan sin piedad a los que se encuentran dentro y fuera de las viviendas.
El mosquitos Jején, es un insecto muy pequeño, no más grande que la cabeza de un alfiler, conocido también como mosco negra. Su picadura es irritable y produce comezón, que al rascarse se inflama y se infecta, por lo que debe ser tratada con medicamentos antibióticos recomendados por los médicos
Dentro de los sectores residenciales afectados se encuentran el Prado, el Paraíso el Pujío, Villa Luz, San Pedrito, Los Olivos, El Pilar, Pringamosal, Agua Luna, Madre Bernarda, Paulo VI, El Cerezo, Villa Rosa, Lorenzo Solano, Primero de Mayo, Doce de Octubre, Villa Estadio, La Granja y La Granjita, entre otros.
Los moradores temen que si no se controla a tiempo la aparición de estos insectos, se pueden generar brotes de epidemia, problemas de insalubridad, por lo que es necesario profundizar los operativos de desinfección y fumigación en distintos puntos de la población, especialmente en las instituciones educativas y espacios públicos como los parques, bulevares y avenidas.