Son 24 hectáreas y más de mil jóvenes y adolescentes que están matriculados y deben ingresar a salones que casi en ruinas.
Un llamado casi vehemente fue hecho por parte de las autoridades que dirigen la institución educativa Técnica Agropecuaria de Tomarrazón en el sur del distrito de Riohacha, ante el avanzado estado de deterioro que presentan las instalaciones donde a diario deben recibir las clases más de mil niños y adolescentes que se matricularon para el presente año lectivo de 2024.
La Institución de la que han egresado decenas de estudiantes que hoy son profesionales de diferentes áreas, principalmente de las afines a la agricultura o ganadería, en este semestre están estrenando rector gracias a los efectos de los concursos de méritos que se desarrollan en todo el país.
Un veterinario en la rectoría
El nuevo rector es el médico veterinario Noel Ruiz, un santandereano que ha estado en varias instituciones con las mismas características de la de Tomarrazón y sostiene haber llegado con una buena cantidad de ideas y proyectos innovadores que quiere poner en marcha, pero se ha estrellado con una cruda realidad y es que en los presuntos no se han asignado partidas significativas para el mejoramiento de esta Institución Educativa.
“Para hacer una regular inversión tendríamos que esperar por lo menos los aportes que corresponden a siete años y eso no será posible, porque la institución tiene muchas obligaciones con sus docentes, con los administrativos y el resto del personal de apoyo”, dice el rector.
No hay recursos para rescatar las instalaciones
El docente, Luis Antonio Vásquez Rivadeneira, un zootecnista que lleva muchos años en la Institución, es consciente de la orfandad en la que se encuentra la institución y afirma que eso los ha estimulado para seguir adelante con una lucha constante para poder conseguir recursos de aportantes de diferentes órdenes porque con los solos aportes oficiales es muy poco lo que se puede hacer.
“En la actualidad tenemos un convenio con CorpoGuajira que es la entidad ambiental de mayor impacto en La Guajira y con ella pretendemos desarrollar actividades para ampliar el espectro de conocimientos de nuestros estudiantes, también hacemos convenios con dueños de fincas cercanas a los que le damos servicios y asesoría y a cambio ellos nos permiten usar sus instalaciones para llevar nuestros estudiantes, sin embargo, por razones de seguridad de los muchos, se nos prohibió sacar nuestros estudiantes y solo es posible con permisos especiales y con pólizas de seguro, pero eso es un protocolo muy grande al que es difícil medírsele”, dice el maestro Luis Antonio Vásquez.
Amplias instalaciones en deterioro
La institución Agrícola tiene alrededor de 24 hectáreas en su sede principal, tiene una maquinaria como tractor y arado, pero son máquinas que están averiadas y se encuentran obsoletas. Las instalaciones locativas tienen varios años que no les meten la mano para pintura y reparación y en la actualidad amenazan con convertirse en ruinas de las administraciones que cada año educa a más de mil jóvenes y adolescentes que los hace alejar del conflicto armado, pero a cambio no hay presupuesto para seguir desarrollando la tarea educativa.