La situación ha generado un fuerte impacto entre las empleadas de SuperGiros en Fonseca, quienes ahora enfrentan un clima laboral de temor e inseguridad.
A través de una solicitud hecha a las autoridades locales y a los directivos de la empresa, los trabajadores han pedido mayor protección y garantías de seguridad para poder regresar a sus puestos de trabajo sin arriesgar sus vidas. Algunas de ellas, que prefieren mantenerse en el anonimato por temor a represalias, señalaron que regresar a sus actividades en las condiciones actuales representa un riesgo latente para su integridad física.
Además de la inseguridad por las amenazas de grupos armados, las empleadas expresan su preocupación por las condiciones laborales que enfrentan diariamente. La mayoría de ellas dependen de comisiones por ventas para sus ingresos, un sistema que consideran insuficiente y que las exponen a dificultades adicionales. En caso de que sean víctimas de un robo en el punto de atención, ellas mismas deben asumir las pérdidas económicas, lo cual representa una carga financiera adicional.
Otro aspecto que agudiza la situación de vulnerabilidad de las empleadas es la falta de cobertura de seguridad social en sus contratos laborales. Sin acceso a servicios médicos o protección en caso de accidente, estos trabajadores enfrentan riesgos constantes en sus labores, sin garantías de que puedan recibir atención o compensación en caso de sufrir algún incidente. Esta atención en su seguridad social ha generado mayor preocupación entre las trabajadoras, quienes consideran que no cuentan con las condiciones mínimas necesarias para llevar a cabo su trabajo de manera segura.
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Ante esta realidad, las empleadas de SuperGiros en Fonseca exigen que se tomen medidas que les permitan desempeñar sus funciones con tranquilidad y seguridad. Su petición no solo se centra en la necesidad de protección contra posibles amenazas, sino también en la mejora de sus condiciones laborales.
El cierre de los puntos de atención y la incertidumbre en torno a la seguridad de las empleadas ha impactado a toda la comunidad de Fonseca. La red de SuperGiros no solo es un servicio importante para los usuarios de la región, sino que también es una fuente de empleo para muchas personas. La comunidad teme que, de no solucionarse la situación de seguridad, este tipo de servicios puedan verse restringidos, afectando no solo a los empleados, sino también a quienes dependen de ellos.
En estos momentos, las trabajadoras de SuperGiros esperan que su llamado a las autoridades y a la empresa sea escuchada y que puedan volver a sus labores sin el temor que ahora acompaña su día a día. La situación en Fonseca es una muestra del impacto que los conflictos armados y la falta de seguridad laboral pueden tener sobre el funcionamiento de los servicios básicos y la estabilizada.
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