En estas fiestas decembrinas, cargadas las mismas de gratos recuerdos para algunos, donde se han alcanzado grandes metas, propósitos y se han hecho realidad muchos anhelos, mientras otros no sienten los mismos gratos recuerdos, algunos por la pérdida de algún ser querido, pérdida del empleo o cualquier propósito no alcanzado.
Pero la navidad es una época de recogimiento, de estar en familia, de aceptar todas y cada una de las cosas que nos sucedieron en el transcurso del presente año lectivo, el cual está muy pronto a fenecer con todos sus altibajos y éxitos alcanzados.
El mensaje de navidad siempre será un mensaje de amor, de ternura, pues nos recuerda, aunque para muchos historiadores Jesús no nació en esta época, si nos recuerda el grande amor de Dios al darnos su hijo amado, como nos dice San Juan en su evangelio, “porque de tal manera amo Dios al mundo que ha dado su hijo unigénito, para que todo aquel que en El crea tenga vida eterna”. Este debiera ser el pensamiento y el sentimiento que nos embarque en esta navidad y en los 365 que el Señor nos depare para el próximo año 2026, confiar en el amor del Padre para con nosotros, quien nos ama y cuida a cada instante.
En respuesta a ese maravilloso amor debiéramos entregarle completamente nuestra vida entera al Señor, para que el haga en nosotros tanto el querer como el hacer de su Buena Voluntad, nunca olvidar que la voluntad de nuestro Padre celestial es buena, agradable y perfecta y que El desea que nosotros seamos prosperado en todo, física, mental y espiritualmente, que lleguemos en esta vida a alcanzar el propósito por el cual fuimos creados y que seamos verdaderamente felices confiando y andando siempre confiado en Él y sus bellas promesas.
Mi deseo es que tengamos una Feliz Navidad y un Venturoso Año Nuevo 2026 cargado de las múltiples bendiciones hasta que sobre y abunde.