“La vida que agoniza en cada hectárea… Talar un árbol en la Amazonía es acabar con miles de insectos, centenares de aves y decenas de mamíferos que obtienen alimento de su tronco, hojas, flores y frutos. En siete años, Colombia les dijo adiós a por lo menos 19.600 millones de árboles. En jaque la vida en el Planeta.” Revista Semana 2019/03/01.
La vida sobre el planeta ya empezó a languidecer, a desaparecer gradualmente, podemos afirmar que más del 80% de los recursos naturales, en las tierras cultas, de los cuales nos abastecemos y proporcionan vida, ya desaparecieron en manos de la civilización. Esta problemática ecológica y humana, se agudiza cada mes, cada año, al punto de vivirse una contradicción antagónica entre el medio natural y la civilización y, entre la misma especie.
Pero la problemática no es local, ni nacional…la problemática es global, y será imposible el darle solución con proyectos y presupuestos locales, que disparan en diferentes direcciones, la solución que se requiere es global y urgente. Pero ¿tendrá esta problemática, un mismo origen, una misma causa?, ¿estará la humanidad recorriendo el ciclo de los intereses particulares?, el cual ha arrojado algo extraordinario: la civilización, y algo extremadamente negativo: las contradicciones antagónicas.
El ciclo de civilización, está concluyendo su etapa ascendente y lo que asoma para la humanidad, es el camino descendente del ciclo, que por naturaleza es de dolor…¿Asoma la impetuosa necesidad de hacer un cambio de direccionalidad a la marcha humana?, ¿este cambio o giro es realizable a partir de un cambio de cultura en la humanidad?, ¿debe preverse que ese cambio de cultura garantice la civilización, y supere la agudización de las contradicciones antagónicas existentes entre los seres humanos y, entre la civilización y el medio natural?
¿Será posible regenerar los bosques, la biodiversidad, la capa vegetal, las lluvias, la vida microbiana, la genética, la paz, la salud, la relación humana, sin un cambio de cultura, que apunte, direccione a ideales pragmáticos? Sin una cultura que defina el comportamiento humano en sus acciones, creemos estar identificados todos en el planeta, que es absolutamente imposible realizar cambios generales y globales.
La humanidad, para recuperar el equilibrio perdido, requiere atender a lo común, porque se ha ido por la veta de los intereses particulares, olvidando, al cien por ciento, lo fundamental: lo común; aquí, el desequilibrio amenaza y cumplirá, dando fin a la civilización. De no hacer correcciones completas, a fondo, ordenadas, en proceso, preventivas, la Ley de Arrastre, definirá el futuro. La naturaleza es equilibrio, la civilización ha llevado al desequilibrio… se requiere retomarlo, llevando lo común, a dar equilibrio, con lo particular.