Pasear el 19 de marzo por las calles adyacentes a la parroquia de Roma San Giuseppe al Trionfale, ubicada a pocos pasos del Vaticano, con una imagen a hombros de San José, el padre adoptivo de Jesús, es ya una tradición arraigada en la capital italiana.
Cada año, esta celebración, que muestra una faceta poco conocida de la religiosidad popular italiana, comienza con una solemne procesión que sale desde esta iglesia y recorre las calles del barrio romano.

Al final de la procesión, la imagen del santo entró en la iglesia. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News
Le puede interesar: ¿Qué es el Vía Crucis y cómo rezarlo?
El fervor popular de la gente que acompaña a pie el paso y de los vecinos que se asoman a los balcones para no perderse detalle cobra especial relevancia gracias a la presencia de los Carabineri a caballo. Además, la Orquesta de la Región del Lacio anima con música la procesión.

La procesión tuvo lugar este miércoles 19 de marzo, día de San José. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News
Los romanos sienten especial devoción por este santo discreto, que consagró su vida al servicio en la sombra sin buscar nunca los aplausos o el reconocimiento público. Los Evangelios no recogen ni una sola palabra pronunciada por San José.
Por eso, en Roma, el 19 de marzo, aunque no sea un día festivo, se vive de forma muy especial. Las raíces de esta tradición popular se remontan a un antiguo rito pagano llamado Liberalia: una fiesta en honor al dios romano Liber que estaba estrechamente vinculada con rituales agrícolas que marcaban la purificación y la fertilidad antes del equinoccio de primavera.

Los romanos son muy devotos de San José. Crédito: Daniel Ibañez/ EWTN News
Lea además: Venezuela reanudará vuelos de repatriación tras disputa con Estados Unidos
Durante estas celebraciones en la Antigua Roma, la costumbre era encender hogueras con los restos que había dejado la cosecha del año anterior. Además de estos fuegos, se preparaban también unos dulces fritos que, con el tiempo, evolucionaron hasta convertirse en los tradicionales bignè di San Giuseppe [buñuelos de San José].
Se trata de un postre típico que, en toda Italia, donde la gastronomía es parte de la idiosincrasia cultural, se ha convertido en el símbolo de la festividad de San José.

Estos deliciosos dulces están hechos en honor a san José. Crédito: Victoria Cardiel/EWTN News
Le puede interesar: Noveno día a la Novena de San José
San José “Frittellaro”: una tradición romana
De hecho, el santo ha sido apodado cariñosamente por los romanos como San José Frittellaro. Este apodo proviene de la costumbre popular de preparar y repartir dulces fritos en su honor. Esta tradición se ha mantenido viva durante siglos gracias a la Cofradía romana de San José de los Carpinteros, que a finales del siglo XVI construyó la iglesia de San José en el Foro Romano, diseñada por el artista italiano Giacomo della Porta.

El nuncio en Italia el Cardenal suizo, Emil Paul Tscherrig, participó en la procesión. Crédito: Daniel Ibañez/EWTN News
A lo largo de los siglos esta cofradía se encargó de organizar Misas solemnes por su santo predilecto, San José, que después acababan acompañadas de suntuosos banquetes donde se freían y repartían estos dulces llamados bignè di San Giuseppe. Incluso hay una leyenda popular que asegura que San José, durante su exilio en Egipto, trabajó también como pastelero ambulante, lo que fortaleció en el pueblo romano aún más su conexión con esta tradición de los dulces fritos