En la universidad de La Guajira, sede Fonseca, la tristeza y la preocupación se han instalado en su comunidad estudiantil. Tres jóvenes, todos de la misma facultad, han perdido la vida en accidentes de motocicleta, un hecho que ha generado consternación y reflexión dentro del alma máter. Aldahir Oviedo, Wilson Daniel Ladino y Enrique Manjarrés vieron truncados sus sueños de convertirse en profesionales.
Un adiós prematuro
El primer hecho trágico ocurrió el 22 de octubre de 2022, cuando Aldahir Oviedo sufrió un accidente mientras conducía su motocicleta en la vía entre los municipios de Fonseca y su similar de Barrancas. Ese día la comunidad educativa lamentó su partida.
Años después, el 11 de agosto de 2024, Wilson Daniel Ladino Pulido, perdió la vida tras un accidente en la vía Catama, Meta. Viajaba como parrillero en una motocicleta y, tras cinco días en la Unidad de Cuidados Intensivos, no logró sobrevivir.
Otro golpe para la comunidad universitaria
El 19 de marzo de 2025, la historia se repitió. Enrique Manjarrés Farfán, estudiante de noveno semestre de Ingeniería Ambiental, sufrió un accidente que terminó con su vida. Su partida sacudió a la comunidad universitaria, que se vio obligada a despedir nuevamente a uno de sus miembros a pocos pasos de la meta académica.
"Despedir a otro estudiante en estas circunstancias nos llena de tristeza. No es solo una pérdida para su familia, sino para toda la universidad", expresó un docente con evidente pesar.
Una coincidencia que preocupa
La rectora de la universidad de La Guajira sede Fonseca, Maryori Manjarrés Brito, no ocultó su inquietud ante la sucesión de estos hechos. "Es el tercer estudiante que fallece en condiciones similares y eso nos tiene consternados. Nos comprometemos a guiarlos hasta su graduación, pero ahora nos vemos enfrentados a despedidas dolorosas. Es momento de reflexionar sobre la seguridad y el valor de la vida", afirmó.
Desde la universidad, los docentes han instado a los estudiantes a extremar las precauciones en las vías. "Cuando ingresan a la universidad, soñamos con verlos recibir su diploma, no con despedirlos en un acto fúnebre", lamentaron.
El último adiós
El cuerpo de Enrique Manjarrés fue trasladado a su municipio natal, donde su familia le dio el último adiós. La universidad organizó una delegación para acompañar las honras fúnebres, un gesto de solidaridad que no alivia el dolor, pero reafirma el vínculo entre la institución y sus estudiantes.
En los pasillos de la universidad aún resuenan las risas de Aldahir, Wilson y Enrique. Sus nombres permanecerán en la memoria de quienes compartieron con ellos parte de su historia. La comunidad universitaria sigue adelante con la certeza de que estas pérdidas deben generar conciencia y evitar nuevas tragedias.
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