En un encuentro con simpatizantes en Maupás, Francia, el presidente aseguró que enfrenta dificultades para que su esposa retorne a Colombia y afirmó que esa situación también afecta su misión de unir al país.
En un acto público realizado en Maupás, Francia, el presidente Gustavo Petro habló abiertamente sobre la situación familiar que atraviesa y reconoció que está teniendo problemas para que su esposa, Verónica Alcocer, regrese a Colombia. El mandatario, que se encuentra en territorio europeo para cumplir una agenda política, sostuvo que la distancia con su familia tiene un impacto directo en su labor como jefe de Estado.
Petro relató que nunca imaginó llegar a un acto de campaña acompañado solo por dos de sus hijos. “Si yo no puedo reunir a mi familia, no voy a poder unir a Colombia”, expresó ante los asistentes, subrayando que las tensiones personales se cruzan inevitablemente con su discurso político sobre la reconciliación nacional.
Dificultades para el retorno de la primera dama
El presidente señaló que su intención es que Alcocer regrese al país “por voluntad propia”, pero admitió que el proceso no ha sido sencillo. Aunque evitó detallar las razones de fondo, dejó claro que existe una complejidad que rebasa lo estrictamente personal.
La situación ha generado diversas interpretaciones públicas, en especial por el prolongado tiempo que la primera dama lleva fuera del país. Pese a ello, Petro procuró restar dramatismo y centrarse en el impacto emocional que le supone enfrentar la distancia mientras asume responsabilidades de Estado.
Unidad familiar y mensaje político
Petro insistió en que esta circunstancia personal también influye en su capacidad para transmitir su mensaje sobre la unidad nacional. Aseguró que hablar de reconciliación mientras su propia familia permanece separada constituye un reto adicional en el escenario político actual.
Sin embargo, el jefe de Estado reiteró que continúa trabajando para superar el impasse familiar y fortalecer su proyecto de país. Recalcó que su deseo es avanzar hacia un ambiente menos polarizado y más incluyente, pese a las presiones que implica la vida pública.
Un episodio que abre nuevos interrogantes
El episodio ha reavivado las discusiones sobre la vida privada del mandatario y el rol de la primera dama, especialmente en un momento político decisivo para el país. Aunque Petro no ofreció mayores explicaciones, sus palabras abrieron un nuevo capítulo en la conversación pública sobre la estabilidad de su entorno más cercano.
