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Después de la tempestad…  

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Javier Lastra Fuscaldo

Javier Lastra Fuscaldo

Columna: Opinión

e-mail: agenteespecial@electricaribe.com

Resentimiento ciudadano, marchas, bloqueos de vías, un nuevo pico mucho más agresivo de contagios de covid19, escasez y carestía de productos, crisis ministerial, pérdida del grado de inversión. En medio de tantas vicisitudes, nuevos hechos parecen dar un alivio a la economía.

Contra todos los pronósticos, mientras el país perdía el grado de inversión por Standard&Poor’s y trasegaba al borde del abismo, las inversiones extranjeras en los meses abril y mayo fueron de 8 billones de pesos. Expertos atribuyen este positivo comportamiento al porcentaje de capital especulativo de ciertos fondos que encuentran una oportunidad para invertir en Colombia y deciden asumir el riesgo, sin embargo, al mismo tiempo, señalan que es prudente esperar para estimar la temporalidad de las inversiones.

Refuerza también los ingresos del presupuesto nacional el precio del petróleo. Luego de que la Organización de Países Exportadores de Petróleo (Opep) decidiera prolongar la flexibilización de las restricciones a la oferta del producto, el precio del barril se ubicó en US$68.8 según el WTI y US$71.32 del Brent la semana pasada, cifra que significa un alza de casi US$20 por barril durante el transcurso de este año.

Cifras de la Cámara de Petróleo, Gas y Energía indican que por cada dólar que sube el precio del barril le representan al país entre US$82 y US$96 millones de renta petrolera. Kerri Craig, estratega del mercado global de JPMorgan señaló que para él hay un margen para que los precios en ese entorno suban un poco más y podría llegar a US$10 adicionales por barril. Lo mismo está ocurriendo con los precios del café y el carbón razones que justifican que el dólar mantenga tendencia a la baja.

Los anuncios de la reapertura del comercio en las ciudades capitales del país, el levantamiento de las restricciones por parte de las autoridades territoriales, las órdenes del comité del paro de desbloquear vías, así como el incremento de la velocidad y volumen de las vacunas a la población incentivan el dinamismo de la actividad económica y abre perspectivas diferentes hacia la recuperación.

Despertó aún más el optimismo las proyecciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (Ocde) de crecimiento económico mundial para 2021 y 2022 en las que destacó que el PIB global tendrá un crecimiento de 5.8% para 2021 y 4.4% para el 2022 y mostraron a Colombia como el país de mayor crecimiento dentro del bloque sur, con una proyección de 7,6% para este año y una estabilización de 3.5% en 2022 y a nivel mundial nos ubican en el tercer lugar después de China e India.

En medio de tanta polarización y malestar, es conveniente que las protestas ciudadanas que buscan precisamente una respuesta del gobierno para que adopte las iniciativas que resuelvan los problemas del costo de la educación, la reestructuración del sistema de salud, subsidios a la mipymes y renta básica, entre otras, eviten enfrascarse en la forma y no vayan al fondo de los problemas.

Las perspectivas generan optimismo, pero es urgente impulsar la reforma tributaria que proponen los industriales para estabilizar las finanzas públicas y en paralelo el comité del paro, sin bloquear vías, debería proponer los puntos claves para cada sector, cerrando el compromiso de que en este y en el próximo gobierno se expidan las leyes que hagan realidad los verdaderos cambios que requiere el país para reactivar la economía, aumentar el empleo y reducir la desigualdad.  Después de la tempestad…