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Jue, Nov

Coincidencia fatal

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Amilkar Acosta Medina

Amilkar Acosta Medina

Columna: Opinión

e-mail: amylkaracostamedina@gmail.com

Se repite la historia.  En el año 2011 se aprobó una reforma al régimen vigente de las regalías mediante el Acto legislativo 05 de ese mismo año.  Según el entonces ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverri, los ingresos provenientes de las regalías iban a “aumentar de manera sustancial”.  Según sus cálculos, después de haberse recibido […]

 

Se repite la historia.  En el año 2011 se aprobó una reforma al régimen vigente de las regalías mediante el Acto legislativo 05 de ese mismo año.  Según el entonces ministro de Hacienda, Juan Carlos Echeverri, los ingresos provenientes de las regalías iban a “aumentar de manera sustancial”.  Según sus cálculos, después de haberse recibido por dicho concepto $46.6 billones en el lapso comprendido entre 2000 y 2011, se esperaba recibir $94.8 billones entre 2012 y 2020.

Pero, justamente ese mismo año sirvió de punto de inflexión, a partir del cual empezaron a derrumbarse los precios del carbón, el petróleo, el oro y el ferroníquel.  Ello, como era de esperarse, repercutió en una sensible reducción de las regalías, de tal suerte que entre 2012  y 2018 se recibieron, a duras penas, $52.1 billones.

A consecuencia de dicha reforma, los departamentos y municipios productores y portuarios vieron reducirse drásticamente las regalías directas que recibían.  Después de recibir en promedio por dicho concepto el 74 % de la totalidad de las regalías a percibir sólo el 10 % como asignación directa y de contera, tal porcentaje se ha venido aplicando sobre un monto menor de regalías con respecto al 2011 y los años anteriores.

Ello, desde luego, provocó un gran descontento y una gran inconformidad en las regiones en donde operan las empresas extractivas, exacerbando la conflictividad social y el rechazo de dicha actividad, poniendo en riesgo la viabilidad de los proyectos extractivos.  Este es el origen del Acto legislativo 05 de 2019, a través del cual se les incrementó su participación hasta el 20 %.

Pero, cabe preguntarse, cómo hacer para lograr que haya “más plata para los productores y para los no productores también”.  Ímproba tarea esta, tan difícil como lograr la cuadratura del círculo.  La fórmula que se ingeniaron para ello fue reducir a su mínima expresión el Fondo de Ahorro y Estabilización, el cual pasó del 30 % de las regalías a sólo el 4.5 %.

El hecho cierto es que este incremento del 10 % al 20 no se va a sentir porque, coincidencialmente, tal como sucedió con la reforma de 2011, las regalías se están viendo afectadas por la caída tanto de los precios como de la producción del carbón y del petróleo.  Huelga decir que las regalías son los únicos recursos ciertos con los que cuentan las regiones para financiar sus proyectos de inversión.

Aunque con esta reforma se dio un paso importante al simplificar el SGR, se requiere introducir algunos ajustes al texto del proyecto de ley reglamentario del Acto legislativo.  No obstante, en vista de que el Congreso de la República no le dio trámite, será el presidente Duque quien la expida.  Dada la importancia, trascendencia y la sensibilidad regional que despierta esta Ley, es de esperarse que su texto sea concertado con las regiones, las cuales al fin y al cabo son las titulares de los recursos provenientes de las regalías.