De acuerdo al artículo 13 de la ley 733 de 2002, en Colombia, los delitos atroces como el terrorismo, el secuestro o la extorsión no podrán ser amnistiables ni ser considerados conexos a los políticos.
Sin embargo, Juan Manuel Santos hace caso omiso a ello y en el acuerdo, con las Farc, establece que éstos sí lo serán, porque son delitos propios de la rebelión. Así lo podemos encontrar en el artículo 39, página 136.
Esto es muy grave, debido a que la amnistía es una figura jurídica de extinción de la responsabilidad penal de un delito y consiste en que un grupo de personas sea declarada inocente de la comisión del hecho delictivo.
Es inaceptable que en lo acordado, se excluya de los crímenes atroces al narcotráfico, la extorsión, al asesinato (al cual llaman la muerte de agentes del Estado - artículo 38) y al secuestro, el cual titulan como “aprehensión” y aseguran que se realizó en circunstancias de enfrentamiento (Articulo 39).
No hay que olvidar que Colombia es un país democrático, donde las Fuerzas Armadas no han estado nunca al servicio de la dictadura sino de la democracia! Por eso, es sumamente grave considerar amnistiable el asesinato y secuestro de soldados y policías y premiar a los autores con impunidad.
Colombia está convertida en un mar de droga y el gobierno por su indulgencia con el terrorismo, ha permitido que de 47 mil hectáreas de cultivos ilícitos existentes en 2010, hoy pasemos a tener 200 mil. Esto parece no importarle a Juan Manuel Santos.
Cuando se revisa en los acuerdos el tema del narcotráfico, el cual debería considerarse vinculado a delitos atroces, se puede apreciar que éste será contemplado como un delito político, por el cual los máximos responsables no van a tener que pagar cárcel ni extradición, siendo ésta una herramienta fundamental para combatirlo.
Esto lo que deja claro es que no sólo hay un tratamiento, que en sus efectos, es igual a la amnistía y al indulto para los narcoterroristas de las Farc, sino que el tráfico de drogas, que ha financiado cientos de masacres en el país y ha producido tanto dolor será indultable.
Con ello, quedan entonces en la impunidad todos los delitos de lesa humanidad como el secuestro, 17.974 casos entre 1998 y 2003; el reclutamiento y violación de niñas, 11.700 niños reclutados; 6.800 mujeres violadas; los carros bomba y la destrucción de aproximadamente 200 municipios. ¿Realmente estamos de acuerdo con que los mayores responsables de estos actos no vayan a la cárcel?
Reitero lo que hemos dicho durante todo este tiempo. Los que estamos a favor del no también queremos la paz pero no a cualquier precio. Estos acuerdos se constituyen en un pésimo ejemplo para los jóvenes y de ser aprobados, generarán nuevas violencias en nuestro país. Colombianos, tenemos una oportunidad de reorientar esos puntos que tanto nos preocupan y así exigir que las Farc no continúe extorsionando, que devuelva a todos los menores reclutados y a los secuestrados para que nuevamente se reúnan con sus familias. Defendamos nuestra democracia, votando no en el plebiscito.