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Más allá de un problema más

Columnas de Opinión
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Escrito por:

María Padilla Berrío

María Padilla Berrío

Columna: Opinión

e-mail: majipabe@hotmail.com

Twitter: @MaJiPaBe

Estudió economía en la Universidad Nacional de Colombia y actualmente se encuentra terminando sus estudios de Derecho en la Universidad de Antioquia. Nacida en Riohacha, radicada en Medellín. Ha realizado varias investigaciones académicas con la Universidad Nacional y se ha desempeñado como ponente en diversos eventos académicos a nivel nacional e internacional. En la actualidad es dependiente judicial y dirige el cine club de la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Antioquia.

No sé por qué, pero tengo un "pálpito". Según los pronósticos del IDEAM, este mini infierno en el que estamos inmersos por esta época, todavía demora. El alentador pronóstico, según el cual existe un 79% de probabilidad de que esta hoguera se encienda con más intensidad, y se extienda hasta finales de 2014, produce escozor de solo imaginarlo. Y si a ello se le suma las voces ahogadas de la comunidad wayuu por el tema de la sequía, la situación tiende a agravarse con cada día que pasa.

La escena de las fotografías que mostraban ese contraste entre el capitolio y unos "aparecidos en el mapa", portando guayucos y guaireñas (aunque a estas alturas no sé cómo no morían de frío, yo lo hubiera hecho), acudiendo a ello como una medida desesperada por la crisis de vida o muerte que atraviesan, me llevó a preguntarme sobre esos famosos proyectos que, desde que tengo uso de razón, se "están llevando a cabo" para tratar el temita del agua en un territorio que por naturaleza es agreste. Y es que la situación, tal como está, y tal como se pronostica, tiende a empeorar.
Si en condiciones normales, con fenómeno de lo que quieran, La Guajira, sobretodo la Alta Guajira, la zona desértica del Departamento, sufre las consecuencias de su natural sequía y se acostumbró a vivir en el día a día con las limitaciones, ¿podremos dimensionar cuál será la crisis de los que siempre han vivido en crisis cuando los que pocas veces tienen crisis están en crisis? Si en Córdoba, tierras fértiles y fecundas de prominente ganadería extensiva las cosas están como para sentarse a llorar, en La Guajira, entonces, debe estar como para emprender la huida.

Si bien es cierto que la agresividad de nuestras condiciones climáticas no facilita las cosas, también es cierto que el abandono gubernamental, al cual ha estado sometida La Guajira desde tiempos inmemoriales, dificulta aún más las circunstancias, pues, no es posible, ni siquiera explicable, el hecho de que una región tan inmensamente rica viva en unas condiciones tan extremamente deplorables, y peor aún, que en pleno siglo XXI, en el que nos jactamos de haber ido a la luna y "respirarle en la nuca" a la posibilidad de existencia de vida en otros planetas, aquí, a escasos kilómetros de una cabecera municipal con ínfulas de ciudad (Riohacha) se mueran personas de física hambre, sobretodo sed.

Pero la peor parte de todo es que, pese a que La Guajira es territorio indígena (no en vano cuenta con la capital indígena de Colombia), son precisamente estas comunidades las que cargan con la peor parte de todo. Y lo más dramático y cínico, en medio de todo, es que gran parte de los recursos que se manejan en La Guajira parten de esas partidas destinadas, por Ley, a los resguardos indígenas, los mismos que según un papel deberían vivir en la opulencia, pero que acorde a las circunstancias y la injerencia de algunos, terminan por vivir en las condiciones más infrahumanas y deplorables que puedan existir.

Por ello, por respeto a esas comunidades, por principios y un mínimo de reverencia a la máxima de la dignidad humana, por la reivindicación de nuestros ancestros, nuestras raíces, de toda una cultura que ha resistido pese a las circunstancias, por la capacidad y el deber de quienes deben actuar, por el compromiso que tenemos con la sociedad en general, problemas como éstos deben visibilizarse, ¿quién dijo que los problemas se resuelven escondiéndolos? Se necesita hacer un reconocimiento público de ellos para poder trabajar en la superación de los mismos. No se trata de un problema más, se trata de una solución en estos momentos.