No hay problemas en las bombas de impulsión, sino deterioro por fatiga debido al uso excesivo y prolongado de tubos de asbesto
La administración del distrito de Riohacha sí hizo entrega al nuevo operador de los sistemas de acueducto y alcantarillado, de un inventario de activos que incluye las instalaciones de la bocatoma, la planta de tratamiento, el laboratorio químico, el tanque de almacenamiento y otras dependencias, como las oficinas en Riohacha. Así lo expresó el gerente de Aqualia en la capital guajira, el ingeniero Manuel Olivella.
El funcionario aseguró que el traspaso no se hizo entre el antiguo operador Asaa y Aqualia, sino que fue el Gobierno local, a través de sus delegados, quien mediante acta puso a disposición de Aqualia todos los elementos que, seguramente, estaban siendo usados por la operadora Asaa para prestar el servicio a los usuarios.
Nuevo operador recibió activos del Distrito
Aunque hoy el nuevo operador sostiene que ha recibido oficialmente el inventario de activos del Distrito en el acueducto y alcantarillado, este procedimiento o protocolo administrativo fue justamente una de las consideraciones de la Procuraduría General de la Nación para justificar la sanción en primera instancia de destitución e inhabilidad impuesta al entonces alcalde de Riohacha, José Ramiro Bermúdez, y a tres de sus funcionarios.
Desde que se impuso el pliego de cargos, la Procuraduría consideró como una conducta irregular que el Gobierno contratante no tuviera a mano el inventario de activos que en algún momento había depositado en manos de la empresa Asaa.Con todos los requerimientos hechos por el Ministerio Público, hoy sería osado dudar que, por fin, el Gobierno de Riohacha sabe qué es lo que tiene como elementos de su propiedad en los sistemas de acueducto y alcantarillado.
El alcantarillado es una colcha de retazos
De acuerdo con el ingeniero Manuel Olivella, en el sistema de impulsión de las aguas residuales desde las estaciones dos y tres no hay problemas, ya que las bombas sumergibles fueron sometidas a reparaciones hace algún tiempo y el contrato fue para optimizarlas.
“Lo que pasa es que ese sistema de alcantarillado del centro está segmentado y existen muchos tramos en tubería de asbesto-cemento que tienen entre 30 y 40 años de haber sido enterradas. Este es el momento en el que muchas han empezado a colapsar; eso está como un castillo de naipes que se derrumba. Los colectores ya no aguantan, y cada vez que uno de ellos sale de servicio, se generan vertimientos en las calles. Pero estamos trabajando para reparar con la mayor brevedad que pueden nuestros operarios”, dijo el gerente en un diálogo que sostuvo con el periodista de este medio de noticias.
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El funcionario expresó que, cuando llegaron en junio pasado, había dos contratos en ejecución para el mejoramiento del sistema y esperan que se puedan optimizar al máximo. Esto, para que la presión que se imprima al flujo del agua servida, con la intención de llevarla a la última estación, no precipite el colapso de las tuberías de asbesto, que son las que se encuentran en peor estado.