Mi vocación por la música vallenata viene de familia, en mi árbol genealógico por el lado materno y por el lado paterno hay música, pero especialmente el vallenato viene por el lado de mi padre y con la influencia de mis tíos y primos que han incursionado en el mundo de la música”, con estas palabras el gerente de Gases de La Guajira y acordeonero, Roland Pinedo Daza, relata los inicios de su apego y pasión por la música vallenata, un género que le ha permitido despertar dotes artísticos que cultivó desde su niñez.
Uno de sus tíos, Víctor Soto, reconocido acordeonero en los tiempos del fallecido compositor Rafael Escalona, representó un gran aporte para su vida enseñándole las dulces notas de ese instrumento alemán que llegó a La Guajira para cambiar la vida de muchas generaciones hasta el día de hoy“Mi abuelo materno es hermano del abuelo de Rafael Manjarrez y de Roberto Calderón. Hay muchos familiares mío que han incursionado en el mundo de la música, como el acordenero William Fuentes, sobrino de Víctor Soto, quien grabó también un disco”.
Un acordeón para varios hermanos Siendo el quinto de ocho hermanos y al ver que su padre le compraba un acordeón a su hermano mayor, Roland empezó a interiorizar las notas de ese instrumento musical. Asegura que con ese solo acordeón aprendieron la mayoría de sus hermanos menores. Los sonidos vallenatos se paseaban en las venas de aquellos infantes como barcos navegados calmadas aguas de ríos cristalinos.
En décadas pasadas, cuando el ser músico estaba arraigado en la mente de muchos como un sinónimos de borracheras, desordenes y galleras, Roland tuvo que luchar contra la férrea oposición de su padre a la música vallenata, asegura que “en contra de él” y “por debajito” logró seguir disfrutando de buenos momentos al lado de su acordeón, que ha sido un amigo y juguete inseparable.
“Mi primer acordeón me lo compré yo mismo trabajando, después que terminé mi bachillerato y le dediqué un buen rato hasta que entré a la universidad, donde ya lo tocaba en mis ratos libres al considerar muy importante mi carrera de ingeniero industrial”.
Este guajiro nació en San Juan del Cesar y se crió en Riohacha. Roland asegura que ha mantenido un vínculo estrecho con estos dos municipios que le han aportado a su talento. En su época de infancia presenció como su padre se deleitaba en una extensa parranda con los juglares vallenatos Alejo Durán y Emiliano Zuleta; en medio de estos encuentros veía como el joven Poncho Zuleta iba ascendiendo en su carrera musical cantando en pequeñas reuniones hasta en multitudinarias casetas.
Cuando joven Rolando no organizó su propio conjunto vallenato de manera oficial ni participó en festivales. “No he concebido el acordeón como una vivencia para competir. Lamentable yo no comparto que este instrumento musical sea un elemento para reñir en piquerias, lo concibo más como instrumento musical. Muchos han sido reconocidos como reyes vallenatos, pero yo nunca he tenido esa visión”.
Aquel viejo Emiliano Zuleta que compuso la gota fría en una batalla épica contra Lorenzo Morales, es el acordeonero que más admira Roland Pinedo, lo concibe como su “punto de referencia”. De forma secundaria, admira al fallecido acordeonero Juancho Rois, a quien lo vio cuando apenas adquiría los conocimientos básicos del acordeón.
Ahora mismo por su mente pasan ideas que anhela convertir en canciones ideas, pero desafortunadamente, el tiempo no le alcanza para plasmar versos en una hoja de papel. Pinedo ha sido reconocido por su buen desempeño en la gerencia de Gases de La Guajira, empresa cuyos usuarios están plenamente agradecidos debido a la gestión de este ingeniero guajiro.
Universo Vallenato
Su quinta y más reciente producción musical se titula Universo Vallenato, un compendio de clásicos vallenatos que hoy sigue siendo el gozo de muchas generaciones y que en su momentos abarrotaron las tiendas de discos con miles de compradores asiduos por estas piezas vallenatas.
“Qué mejor nombre para hacerle mérito a esa selección de canciones exitosas del pasado que además nos gustan mucho. Nos llama la atención que la grabación del disco coincidió con el triunfo de la señorita Colombia, Paulina Vega Diepa, en el certamen de Miss Universo, pero aun así ya le teníamos un título similar”
Pinedo confiesa que de una preselección de 100 canciones que representan el vallenato clásico, solo escogieron 13. “No fue fácil, nos pusimos a recordar y teníamos una larga lista, llegamos a 30 canciones y todavía era difícil sacar las apropiadas. Finalmente logramos seleccionar las que nos gustaban, las que se adaptaban a nuestro estilo”.
En la actualidad Roland Pinedo y el cantante Roberto Carlos Morón se encuentran en plena promoción de este álbum. Roland espera tener los recursos logísticos y la disponibilidad de tiempo para poder llevarlo lo más lejos posible. Aunque su mayor deseo es que el público conozca y se apropie de esta nueva producción musical.
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