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Jue, Dic

“Diciembre siempre marca un aumento en compra y alquiler”: Nancy Llath, experta inmobiliaria

Informe Especial
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El incremento de visitantes nacionales y extranjeros a Santa Marta impulsa la demanda de apartamentos frente al mar y fortalece el mercado de renta corta. Expertos aseguran que diciembre es una de las temporadas con mayor movimiento de compras y alquileres en la ciudad.

Santa Marta se consolida como una de las ciudades más atractivas para la inversión inmobiliaria durante la temporada turística de fin de año. Su riqueza natural, su oferta cultural y el constante crecimiento en la llegada de visitantes han dinamizado el mercado de compra y alquiler de apartamentos, especialmente aquellos ubicados frente al mar o con proyección para renta corta.

De acuerdo con cifras del Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, el departamento del Magdalena es hoy uno de los diez destinos más visitados por extranjeros en Colombia. Solo en 2024 se registraron 32.809 visitantes no residentes, mientras en 2023 fueron 61.953 y en 2022 41.803, un comportamiento ascendente que demuestra el interés creciente por la región caribeña.

Este flujo de turistas, unido al clima cálido permanente y la cercanía a atractivos naturales como el Parque Tayrona y la Sierra Nevada, ha convertido la propiedad frente al mar en un activo altamente valorado. Según la Lonja de Propiedad Raíz de Santa Marta, la valorización de este tipo de inmueble ha sido del 12% en los últimos años, especialmente en las zonas costeras.

 

Renta corta: el modelo de negocio que crece en Navidad

La modalidad de renta corta se ha transformado en uno de los motores del mercado local. El informe más reciente de Airbnb revela que en 2021 este tipo de hospedaje generó más de 899 millones de dólares en Colombia, representando casi el 15% de la actividad turística nacional. El crecimiento continúa: según ASOHOST, Colombia se posicionará en 2024 como el 14º país del mundo con mayor proyección en rentas cortas, con un crecimiento estimado del 7% este año.

Para Santa Marta, este panorama se traduce en nuevas oportunidades de inversión. Cada vez más proyectos residenciales incluyen la modalidad de arriendo turístico o renta compartida, lo que amplía la oferta disponible durante la temporada de fin de año.


Nancy Lucia Llath, experta inmobiliaria. Foto cortesía


La especialista en bienes raíces, Nancy Lucía Llath, explica que este periodo festivo es tradicionalmente uno de los más activos en el sector inmobiliario samario.

“Siempre la dinámica es diferente porque llegan muchos clientes del resto del país y extranjeros con el ánimo de compra de segunda vivienda”, aseguró Llath.

La experta añade que la demanda local también se incrementa.

“Desde noviembre, las decisiones de compra de los samarios aumentan, muchos estrenan vivienda nueva en diciembre. Además, las primas actúan como incentivo para separar proyectos”.

Sobre el alquiler turístico, Llath destaca que el auge de nuevos edificios con la modalidad de renta corta “ha incrementado el número de opciones de arriendo vacacional para los turistas”, impulsando aún más el flujo de visitantes.

 

Impacto económico en Santa Marta

La Cámara de Comercio de Santa Marta precisa que el crecimiento inmobiliario tiene efectos positivos en la economía local. La construcción de nuevos proyectos residenciales genera empleo, dinamiza el sector comercial y mejora la infraestructura urbana.

El aumento sostenido del turismo también impacta de manera directa en hoteles, restaurantes, agencias de viajes y servicios complementarios, fortaleciendo el tejido empresarial de la ciudad.

La dinámica inmobiliaria en la región Caribe también impulsa a Santa Marta

El comportamiento del mercado inmobiliario en la región Caribe ha tenido un crecimiento sostenido en los últimos años, impulsado por destinos como Cartagena, Barranquilla, San Andrés y, más recientemente, Santa Marta. Estas ciudades se han convertido en polos de inversión nacional y extranjera gracias a su conectividad aérea, oferta hotelera, desarrollo urbano y aumento en la llegada de cruceros y turistas internacionales. La Costa Caribe en su conjunto ha sido una de las regiones más beneficiadas por la recuperación del turismo pospandemia, lo que se refleja en la valorización de la vivienda turística.

En ciudades como Cartagena y Barranquilla, la renta corta también ha mostrado un crecimiento importante, generando un efecto dominó que favorece a Santa Marta como alternativa más económica y con mayor disponibilidad de proyectos frente al mar. Inversionistas que buscan diversificar su portafolio han empezado a mirar a la capital del Magdalena como un destino emergente, donde los costos de entrada son más accesibles y la proyección de valorización continúa en ascenso. Esto fortalece la competitividad inmobiliaria de la región Caribe.

A nivel regional, el Ministerio de Comercio y Turismo ha documentado que la zona norte de Colombia concentra uno de los mayores incrementos en flujo de viajeros internacionales, especialmente vacacionistas que buscan experiencias de sol y playa. Esta tendencia beneficia directamente a Santa Marta, que sigue posicionándose como un destino más tranquilo que Cartagena y más turístico que Barranquilla, convirtiéndola en un punto medio ideal para inversionistas y turistas. El desarrollo de megaproyectos residenciales y hoteleros en la Costa Caribe respalda este crecimiento.

Asimismo, el corredor turístico del Caribe colombiano continúa en expansión con nuevos hoteles, rutas marítimas, marinas, centros comerciales y la renovación urbana en zonas costeras. Estas inversiones fortalecen la apuesta por el turismo internacional y consolidan a la región como un epicentro de oportunidades inmobiliarias. Santa Marta, con su combinación de atractivos naturales, precios competitivos y proyectos de renta corta, se proyecta como la ciudad con mayor potencial de crecimiento para los próximos años dentro del panorama caribeño.

Calidad de vida y bienestar: un valor agregado

Además de la rentabilidad, vivir o invertir en Santa Marta ofrece acceso a beneficios asociados al bienestar. El clima tropical, con temperaturas entre 25 °C y 30 °C según el IDEAM, así como la cercanía al mar, se relacionan con mejoras en la salud física y mental. Estudios como Health & Place (2019) respaldan la influencia positiva de los entornos costeros en la calidad de vida.