Ayer primero de julio, el departamento de La Guajira llegó a los 48 años de haber sido elevado a esta digna categoría, en medio de una de las peores crisis institucionales de su historia, en la cual se conjugan problemas económicos de gran envergadura por la medida impositiva e ilegal del gobierno nacional de quitarnos los recursos de regalías que la Constitución Política Nacional nos adjudica por ser productores del recurso natural No-renovable que genera dichas regalías, acompañados de una actitud cuasi general de la alta burguesía colombiana en contra de nuestros gobernantes y de los intereses del pueblo guajiro, cuyo delito ha sido aspirar a ser reconocido nacionalmente como un Distrito Turístico, para fortalecer institucionalmente el crecimiento del sector que ya se perfila como una competencia de peso para los intereses turísticos de más allá de nuestras fronteras, y reclamar el raponazo del alto gobierno en contra de nuestros recursos de regalías.
Vemos como, con un ahínco imparable, la alta prensa se ha encargado de acusar, juzgar y sentenciar a nuestro gobernante descalificando así cualquier legitimidad en nuestras aspiraciones valederas ante el alto gobierno, mostrando a La Guajira como un oasis de la ilegalidad, el desgobierno, la corrupción y la inseguridad, todos a una, en una nefasta campaña de desconocimiento olímpico de nuestros derechos, de nuestras aspiraciones y de nuestra dignidad.
No podemos seguir de espaldas a esta situación que nos afecta a todos; si están acusando a nuestros funcionarios de actitudes delincuenciales, llévenlo a las instancias competentes para que sean juzgados y puedan defenderse legalmente de las acusaciones formales, debidamente fundamentadas que presentes en su contra y dejemos que las autoridades competentes decidan su situación jurídica.
No podemos darle más espacios para continuar con esta tragicomedia de todos contra La Guajira que ya debemos enfrentar con decisión y exigir el respeto que merece nuestra tierra, en la cual no nacieron ninguna de las grandes organizaciones criminales que pululan por el resto del país y que son responsables de las más atroces barbaridades en contra de la vida y honra del ciudadano común, y allá conviven "felices" con estas bandas criminales, aquí no sean robado medio país con AIS ni con la DIAN ni con la Contratitis Capitalina ni con la Dirección nacional de estupefacientes ni han asesinado a casi todos los miembros de ningún partido político, como si lo hacen en su terruño con el silencio cómplice de estos que hoy se erigen en jueces para denigrar y destruir la dignidad guajira.
Nunca vimos ni escuchamos al equipo de la revista Semana investigar a fondo la situación de la apropiación indebida del estado de los recursos de regalías que afectó a todas las regiones productoras del país, ni los vimos investigar con el ahínco con el que condenan a la guajira y a los guajiros sobre el oscuro origen de las organizaciones criminales para estatales, responsables de las más grandes masacres de la historia de Colombia, ni los hemos visto perseguir con encono a los depredadores del erario público desde las EPS y muchas otras entidades de nivel nacional, será que allá las cosas son a otro precio, o será que el precio de aquí no alcanza para determinar ese mismo silencio con que se manejan las cosas de allá?
La Guajira es un potencial de mucho empuje en distintos perfiles económicos y no debemos dejar que esta marea de ataques oscuros nos detenga, unámonos todos a defender lo nuestro, Guajiro, a lo tuyo Tú.