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Maduro muestra los dientes ante el conflicto con Guyana

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Jesús Iguarán Iguarán

Jesús Iguarán Iguarán

Columna: Opinión

e-mail: jaiisijuana@hotmail.com

Una pequeña rapsodia de la historia venezolana me recuerda que: cuando apenas asomaba el primer bienio del siglo XX, Venezuela tuvo conflicto con los países de Alemania, Inglaterra e Italia, las naciones del viejo continente iniciaron un bloqueo a las costas de este país exigiéndole el pago inmediato de las deudas contraídas por el gobierno de Cipriano Castro.


Este conflicto diplomático entre Venezuela y los países europeos tuvo fin a inicio del 1903, cuando un señor de nombre Luis María Drago creó la “Doctrina Drago” en donde manifestaba que ningún país americano no podía se invadido por países de otro continente por el pago de sus deudas. Esta doctrina fue acatada por los países invasores y Venezuela se comprometió a cancelar sus deudas mediante los recaudos aduaneros.


En el 1904 cuando el primer lustro del siglo pasaba el ochenta por ciento de su existencia, nuevamente Venezuela se encuentra enredada en otro conflicto diplomático debido a que en este año el arbitraje de la Pirara concede a la Guayana inglesa el territorio de esequibo, región que desde hace períodos es requerido por el país de Maduro. El inconformismo de Venezuela aún se nota en su mapa político que lo incluye como zona en reclamación.


Venezuela y la Guyana se han mantenido en disputa por este territorio por varias décadas. Debido a la larga disputa fue llevado a un arbitraje donde cada país exponía sus razones. La disputa fue llevada a la Instancias de Justicia Internacionales y se escogió a la “Corte Interamericana de Justicia” para de manera definitiva se le diera fin a este conflicto. Venezuela basaba su soberanía en el territorio en el acuerdo de Ginebra realizado el 17 de febrero de 1966. Al parecer las tesis que este país Bolivariano sostenía no fueron convincentes para la Corte Interamericana de Justicia, quien informó su fallo contra Venezuela, en decisión casi unánime, con 14 votos en contra y solo uno a su favor.


La decisión de la corte no guardó conformismo en el presidente Maduro como tampoco en el pueblo venezolano. Mediante un referéndum Maduro convocó a su pueblo para que el día tres de diciembre fuera quien tomara la decisión sobre el conflicto. En un alto porcentaje, como es lógico, Venezuela reprochó la decisión de la alta Corte y el referéndum favoreció las pretensiones de Maduro.


En la población de San Vicente y las granadinas el mandatario Irfaan Alí como mandatario de la Guayana y Nicolás Maduro se comprometieron a realizar diálogos sobre su conflicto para que se resuelva de manera pacífica.


Sin embargo, a pesar de que los diálogos presidenciales se han llevado en una total armonía, el gobierno del Reino Unido en apoyo diplomático y militar de su antigua colonia se prepara para enviar un barco de guerra a la Guyana.


La conducta de este gobierno ha sido tomada por el presidente Maduro como una medida amenazante a su gobierno, que lo obliga a una ruptura del diálogo que con mucha prudencia se estaba realizando.


Incluso ha mostrado los dientes ordenando la activación conjunta defensiva de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, frente a la costa Guayana.


Pueda ser que este problema que aún no se encuentra en su mayor grado de gravedad y se soluciones con entera paz, como esperan los gobiernos latinoamericanos.