Vivo convencido de que, junto con el terror, la ciencia ficción es en la actualidad de los géneros literarios más complejos de abarcar para cualquier escritor.
En un mundo que cada vez más se va pareciendo a lo que nuestros antepasados imaginaron que sería el futuro, no es fácil construir una historia con el suficiente enganche que logre escapar de los tropos de siempre.
El lector moderno ha avanzado considerablemente en su sofisticación al punto que no basta con lanzar una invasión extraterrestre por la cara para complacerlo. Hoy se exigen relatos con más elegancia y materia gris, textos que no sólo entretengan, sino que, además, consigan cuestionarte y hacerte reflexionar. Y esto Ted Chiang lo ha entendido como ningún otro.
Lo más particular del caso de Ted Chiang es que su producción literaria es relativamente escasa para lo lejos que sus letras han llegado, ya que a lo largo de tres décadas de carrera solamente ha producido alrededor de 20 relatos cortos de ciencia ficción.
Y esto se debe a que, tras cada uno de ellos, hay un meticuloso trabajo de documentación científica, pues dentro de su cuerpo de escritor también cohabitan las almas de un físico, un filósofo y un ingeniero. Todas versiones de su propia curiosidad que cuecen a fuego lento relatos exquisitos sobre avances tecnológicos que se tuercen, eventos aparentemente sencillos que nos obligan a formular preguntas existenciales y acontecimientos cósmicos que nos exponen a inquietantes cuestionamientos morales.
Sin saberlo, en 2016 muchos estuvimos expuestos a este original cóctel narrativo con “La Llegada”, película con múltiples nominaciones al Óscar que adaptó a la gran pantalla “La Historia de Tu Vida”, el relato más laureado de Ted Chiang y en el que, a pesar de tener una trama que gira alrededor del aterrizaje de una nave extraterrestre, lo menos importante de todo son los marcianos, dado que la atención se centra en distintas teorías del relativismo lingüístico y en los efectos que el aprendizaje de la lengua alienígena tienen en la científica que contacta con los visitantes del espacio. Una obra maestra espectacularmente nerd, como un capítulo de Black Mirror con esteroides.
No en vano su colección de cuentos “Exhalación” estuvo entre los mejores libros de 2019 para The New York Times y se convirtió en una de mis lecturas más estimulantes de lo que va de año. De allí destaco “La Verdad del Hecho, la Verdad del Sentimiento” sobre cómo la tradición oral va muriendo en un futuro cercano donde las personas pueden incorporar videocámaras en sus retinas; “Exhalación” sobre el testimonio póstumo de un androide que disecciona su propio cerebro para entender la razón por la que su raza cada vez piensa más lento y, mi favorito personal y el más corto del libro, “Lo Que Se Espera de Nosotros” sobre cómo un simple juguete que desenmascara la ilusión del libre albedrío consigue arrastrar a la humanidad al abismo filosófico.
Definitivamente, Ted Chiang es el futuro de la ciencia ficción prémium, una que se esculpe con paciencia de alfarero y, aunque tarde, vale la pena esperar.
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