Benjamín Franklin nació en Boston, Massachusetts, el 17 de enero de 1706, fue un destacado inventor, científico, escritor, diplomático y estadista estadounidense que desempeñó un papel crucial en la historia de Estados Unidos. Su vida y obra abarcaron una amplia gama de intereses y contribuciones en diversos campos, desde la política y la diplomacia hasta la ciencia y la invención.
Escribió su Autobiografía que se convirtió en una obra clásica de la literatura estadounidense y mundial que relata su vida como uno de los más destacados personajes de la historia de los Estados Unidos. Este libro, además de ser un interesante recorrido por su vida, también nos permite conocer sus virtudes y el papel fundamental que desempeñó en la independencia del país y en la elaboración de la Constitución.
En 1729, adquirió el periódico "The Pennsylvania Gazette" y comenzó a escribir y publicar bajo varios seudónimos. Su famoso Almanaque del Pobre Ricardo se publicó por primera vez en 1732 y se convirtió en un éxito de ventas en las colonias americanas, siendo famoso por sus proverbios y consejos.
Se convirtió en un científico y un inventor apasionado. Sus experimentos e investigaciones en el campo de la electricidad le valieron reconocimiento internacional. Su famoso experimento con la cometa en 1752 demostró la naturaleza eléctrica de los rayos y condujo al desarrollo del pararrayos. Además, Franklin inventó una serie de dispositivos y soluciones prácticas, como las gafas bifocales, la estufa de Franklin y el armonifón de vidrio.
Además de sus logros en ciencia e invención, tuvo una exitosa carrera política y diplomática. Fue elegido miembro de la Asamblea de Pensilvania en 1751 y más tarde se convirtió en representante colonial en Londres. Desempeñó un papel clave en la redacción y adopción de la Declaración de Independencia de Estados Unidos en 1776 y fue uno de sus firmantes. Adicionalmente, durante la Guerra de Independencia, sirvió como diplomático en Francia, donde logró obtener el apoyo financiero y militar crucial para la causa estadounidense. Después de la guerra, fue uno de los delegados en la Convención Constitucional de 1787 y contribuyó a la creación de la nación estadounidense.
Falleció el 17 de abril de 1790, dejando un legado duradero en la historia de Estados Unidos y en la vida de sus ciudadanos. Sus contribuciones a la ciencia, la política, la literatura y la invención han dejado una huella imborrable en la cultura y la identidad de este país. Es recordado como uno de los Padres Fundadores de la nación abogando por un gobierno fuerte, centralizado y consciente de la importancia de proteger los derechos de los estados y de los ciudadanos.
De hecho, uno de los aspectos más llamativos de la autobiografía es el énfasis que pone Franklin en las virtudes morales y éticas que, según él, fueron fundamentales para su éxito y crecimiento personal. La obra relata cómo se esforzó por cultivar trece virtudes esenciales, como la templanza, la frugalidad, la sinceridad y la justicia, entre otras. Creía firmemente que la práctica constante y consciente de estas virtudes le permitiría convertirse en una mejor persona y, en última instancia, en un mejor ciudadano.
En síntesis, su vida y obra han dejado un impacto duradero en la educación y la filantropía. Fundó instituciones como la Academia y Colegio de Filadelfia, hoy Universidad de Pensilvania y fue un defensor de la educación pública y las bibliotecas. Sus escritos y enseñanzas siguen siendo estudiados y apreciados por su sabiduría y agudo sentido del humor.
Para concluir, la vida de Benjamín Franklin en esta obra nos permite conocer de cerca la vida y las virtudes de este destacado personaje, cuyo legado sigue vivo en la historia de los Estados Unidos. Su dedicación a la causa de la independencia y a la creación de la Constitución dejó una huella imborrable en la formación de una nación que se erige como una de las más poderosas e influyentes en la actualidad.