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Jue, Nov

La OEA y el Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Luis Tabares Agudelo

Luis Tabares Agudelo

Columna: Opinión

e-mail: tabaresluis@coruniamericana.edu.co

El Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos es un marco regional para su protección y su promoción en América. Los principales instrumentos jurídicos en este sistema son la Convención Americana sobre Derechos Humanos, también conocida como el Pacto de San José, y la Carta de la Organización de los Estados Americanos (OEA). La mayoría de los países americanos son miembros de este organismo y han ratificado estos instrumentos. Recordemos que la OEA busca promover la paz, la seguridad, el desarrollo y la cooperación entre los países del continente americano.

Sin embargo, algunos países no han ratificado la Convención Americana sobre Derechos Humanos, lo que implica que no están completamente integrados en el sistema interamericano. Primero, Canadá; que aunque es miembro de la OEA y participa activamente en sus actividades; no ha ratificado el Pacto de San José. Las razones incluyen preocupaciones sobre la posible interferencia en su sistema legal interno y la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Segundo, Estados Unidos que a pesar de ser miembro fundador de la OEA y haber firmado el Pacto de San José en 1977, no lo ha ratificado. Las razones incluyen preocupaciones similares a las de Canadá sobre la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y el impacto en su sistema legal interno. Y, por último, Cuba, que no es parte de la Convención Americana sobre Derechos Humanos y no es miembro activo de la OEA. La participación de Cuba en la OEA fue suspendida en 1962 debido a su adopción del marxismo-leninismo y la alineación con la Unión Soviética durante la Guerra Fría. Aunque la suspensión fue levantada en 2009, Cuba ha optado por no reincorporarse a la OEA ni ratificar el Pacto de San José.

Por otra parte, es necesario echar una mirada a la relación de Nicaragua, Venezuela y Cuba con la OEA y con el Sistema Interamericano de Derechos Humanos. En primer lugar, es importante destacar que la relación de estos con la Organización de los Estados Americanos (OEA) y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos (SIDH) ha sido históricamente complicada y en algunos casos, conflictiva. A mi juicio, esto se debe principalmente a la tensión entre los ideales democráticos y de derechos humanos promovidos por dichas instituciones y las políticas internas de estos países. En segundo lugar, por tener la chapa de violadores reiterados de derechos humanos y por ser las aves de mal agüero de la región. Y, por último, para poder violar a sus anchas los derechos humanos de sus ciudadanos.

Aunque en 2012 Venezuela denunció la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), y que la denuncia entró en vigor en 2013, sigue siendo miembro de la Organización de los Estados Americanos (OEA), pero su retiro de la Convención Americana significa que ya no está bajo la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La decisión de Venezuela de denunciar la Convención se basó en su percepción de que el sistema interamericano estaba siendo utilizado como un instrumento político en su contra.

Mientras tanto, Venezuela, Nicaragua y Cuba han enfrentado críticas y sanciones por parte de la OEA en los últimos años, especialmente en relación con la situación de los derechos humanos y la calidad democrática en estos países. A pesar de que algunas voces consideran que la OEA actúa con un sesgo político e interfiere en asuntos internos, mi argumento es que es crucial para el organismo velar por el respeto a los derechos fundamentales en la región.

En síntesis, considero que es supremamente importante para los derechos humanos en el continente americano que Cuba regrese a la OEA, que Canadá y Estados Unidos den ejemplo y ratifiquen la Convención, que Cuba, Venezuela y Nicaragua permitan elecciones libres.