Leviatán: Monstruo mitológico representante del poder pagano, o sea de los adoradores de las entidades materiales, según dice La Biblia; también es una controvertida teoría del pensador ingles Thomass Hobbes expuesta en la obra del mismo nombre en la Europa del siglo XVII, que le costó su repudio en La Inglaterra y La Francia de entonces, por sus planteamientos basados en que el hombre por naturaleza esta movido por los deseos, los deseos de unos opuestos a los de los otros producen un estado de anarquía y de guerra, y por último, los individuos, movidos por el egoísmo y el miedo, por medio del Contrato Social (recordemos a Juan Jacobo Rousseau y a John Locke) abdican sus derechos en manos de un soberano que tiene que ser todopoderoso: tendrá el poder ejecutivo, el legislativo, el judicial y el espiritual, en conclusión un gobierno totalmente absolutista.
Cualquier similitud con los planteamientos de nuestro actual gobierno y de quienes aspiran a continuar aplicando sus concepciones debe ser pura casualidad, ya que este ilustre pensador no forma parte, no puede por obvias razones, de los asesores de campaña de estos aspirantes aunque su pensamiento se refleja mucho en las frases que les escuchamos a paladines como el Dr. José Obdulio Gaviria, el Dr. Roy Barreras, el Señor Ministro del Interior y de Justicia, Dr. Fabio Valencia Cossío, el Señor Presidente de La República ,Dr. Álvaro Uribe Vélez, y muchos otros altos dignatarios de la política contemporánea nacional.
Manoel Santos, columnista portugués de temas políticos y económicos contemporáneos en Alter mundo, define como Leviatanes a las Multinacionales, o sea a aquellas megaempresas con intereses económicos creados y enraizados en muchos puntos distintos del planeta ( léase Chevron-Texaco, Coca Cola, Pepsi Cola, Carrefour, Unión Fenosa {electricaribe}, Brithis Petroleum y muchas otras) en cuya defensa, estas empresas despliegan una serie amplísima de prácticas que son delitos comprobados contra los Derechos Humanos, contra los ecosistemas y el medio ambiente, contra las sociedades de los países en donde tienen presencia física y económica, contra los usuarios de los servicios que comercializan y mas, que operan basadas en una concepción del mundo de rasgos bastantes absolutistas y para las cuales las leyes son muchas veces inocuas como consecuencia de los tratados, acuerdos y similares contraídos por las naciones “beneficiadas” con sus actividades productivas a través de limosnas llamadas regalías y otros dividendos de dudoso destino que ayudan a perpetrar incordios como la inmunidad de la cual gozan los estadinenses que operan en suelo colombiano a raíz de los famosos acuerdos de “ayuda mutua”, “apoyo a la lucha antidrogas (cuasi eterno y sin resultados reales)”, “colaboración internacional” etcétera etcétera y otros que simbolizan “ el no deber ser” de las actuaciones gubernamentales por las consecuencias algunas veces nefastas que conllevan esta permisividades y genuflexiones institucionales ante el poder del dinero.
Entre el 14 y el 15 de mayo de 2010 se celebrara en Madrid una nueva sesión del TPP (Tribunal Permanente de los Pueblos), heredero del Tribunal Roussell, a su vez creado para juzgar los crímenes cometidos por los EEUUAA en Vietnam durante la guerra (1966-1967) y que hoy está conformado por 130 figuras prestigiosas del mundo artístico, religioso, político, abogados, escritores, expertos en derecho internacional, derechos humanos etcétera, coincidiendo con la Sexta cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno de La Unión Europea, América Latina y el Caribe, a los que se les harán llegar las conclusiones del TPP sobre las prácticas del Repsol-YPF, Unión Fenosa, Coca Cola y otros, como una buena ocasión para visibilizar las luchas de muchos movimientos sociales mundiales y pelear por una legislación internacional que se aplique a todos, incluidos “Los Leviatanes”.