Busco palabras para no aludir aquellos que ven la Ganadería como una empresa maquiavélica que busca el beneficio de unos cuantos desconociendo su profundo arraigo en la sociedad rural y empresa agropecuaria, se me es imposible encontrarlas.
Pues bien, en la última edición de la Revista Semana el Dr., Eduardo Lora, columnista muy respetado, sin reato alguno señala a la empresa ganadera como la responsable de la deforestación de la Amazonia y Orinoquia Colombiana, …“La deforestación continuará porque son muy fuertes los incentivos económicos para que Fedegán y el Gobierno pongan control a la bonanza ganadera y porque es muy poco el interés de la sociedad y de los políticos por enfrentar a los ganaderos.”…, afirmación tendenciosa que en la pluma de cualquiera no pasaría de ser una falacia más en épocas electorales; lo grave de este asunto es meter a los ganaderos en la misma bolsa, poniéndoles en la picota pública junto a delincuentes de toda pelambres, deforestadores que ingresan a áreas protegidas, parques naturales o áreas de conservación, y grupos narcoterroristas que arrasan con la forestación natural autóctona para siembra y transformación de coca, en más de 200.000 hectáreas, actividades ilícitas; delincuentes que utilizan como mampara, parapeto o trinchera la empresa Ganadera para darle visos de legitimidad a su actividad delincuencial.
Fedegan tiene como programa bandera la Ganadería colombiana sostenible soportado en Silvopastoreo, permitiendo la forestación y reforestación de más de 160.000 Hectáreas al cierre del 2021, logrando con ello mayores cargas por hectáreas pasando o de una a tres reses año, mejorando la producción y calidad de leche, mayor peso al destete y reducción del tiempo de terminación de la res al beneficio, impactando todo el trópico bajo seco y húmedo incluida la Amazonia y Orinoquia;
El Gobierno Nacional ha implementado la Campaña Artemisa “En Colombia la decisión del Presidente Duque de definir el agua, la biodiversidad y los bosques como activos estratégicos se convirtió también como una prioridad para nuestra fuerza pública por eso se ha creado la campaña Artemisa, una campaña militar y policial innovadora que busca evitar que más de 200 mil hectáreas al año sean deforestadas", desmitifica la inacción del Estado frente a la deforestación en las áreas de la Amazonia y Orinoquia, amén de los compromisos adquiridos en la Cop26 recientemente adelantada.
De otra parte es absolutamente tendenciosa la afirmación “el ICA está presente, dispuesto a ayudar a los ganaderos, vacunando al ganado contra la aftosa y emitiendo guías de transporte para que el ganado en pie pueda llegar hasta la frontera o hasta los sitios de matanza y corte.”, esto es apenas básico desde dos aspectos de suma relevancia a saber:
a) La garantía de inocuidad está soportada en la guía sanitaria de transporte que emite el ICA, brindando confianza y seguridad para el consumidor de la trazabilidad de vacunación de aftosa y brucelosis de reses aptas para consumo Humano.
b) Garantiza la sostenibilidad de Estatus de País Libre de Aftosa con vacunación, certificación básica para admisibilidad en mercados globales y soporte esencial de la Diplomacia Sanitaria.
La buena fe se presume, la mala hay que demostrarla, el ICA no tiene funciones jurisdiccionales para oponerse o presumir que “x” o “y” persona sean narcoterroristas o explotadores ilícitos de la actividad ganadera, el Ica revisa los requisitos formales exigidos por la normatividad.
Por último el ganadero en su empresa productiva tiene por naturaleza vocación de permanencia, lo es por tradición, convencimiento y amor a la naturaleza, tierra y reses, no es una empresa temporal y mucho menos de especulación comercial o alarde económico, asunto aparte son aquellos que se amparan ilegítimamente en la actividad para desarrollar sus quehaceres delincuenciales contra de cualquier principio empresarial ganadero.