Hoy el mundo es una mar de confusiones, vivimos en una sociedad muy agitada, en donde los valores y los principios con la que fuimos enseñados han pasado a ser pensamientos retrogradas, el ser humano jamás pensó en estos tiempos de pandemia experimentar un miedo que no es solamente de morir y que ha sido cultivado poco a poco por pequeños grupos con un poder de influencia y financiero para salvaguardar sus intereses.
La gente al ver que se vino un virus que podía estar en poco tiempo en la humanidad controlado con un esquema de vacunación de mono dosis o de dos dosis era suficiente, pero no fue cierto, la incertidumbre radical que ha generado este evento ha llevado a multitudes inclusive de afectar su estado de salud mental.
Los gobiernos sometidos por una agenda globalista que han recurrido a crear decretos para coaccionar al ciudadano y violando así las libertades individuales y pasando sus decisiones por encima de la constitución que rigen en sus países.
Pero para que ese mandato tenga efecto se recurre a los importantes medios de comunicación preocupados supuestamente por la salud de la humanidad siembran el miedo prácticamente las 24 horas, no dan tregua, la desinformación con relación al manejo de la pandemia es totalmente desastroso.
En el año 2020 cuando se oficializo el virus Covid- 19 como pandemia y se optó por el confinamiento las multitudes fueron arrastradas por el miedo a comprar en los grandes supermercados con precios exagerados, los rumores en las calles que los establecimientos comerciales cerrarían pero no fue así.
Esta estrategia favoreció a los grandes comerciantes, con el confinamiento los pequeños negocios fueron cerrando porque sus ingresos fueron precarios, la economía a nivel global quedó en aprieto y todavía el panorama sigue igual.
Lo sorprendente de esta pandemia es que las instituciones y sus dirigentes encargados de contener el virus no se ponen de acuerdo con el manejo de la información hoy dicen si, mañana no, lo que trae es una zozobra y angustia a la ciudadanía, las variantes del covid -19 son un claro ejemplo de algunas que son leves y después salen diciendo que es sumamente peligroso y ponen en riesgo la atención del servicio de salud.
La pandemia no solamente ha afectado la salud, sino también la razón, otro punto para destacar en esta nota de opinión es la polarización a nivel global de los que se han vacunado y de los que no se han vacunado lo aterrador es la criminalización con que se ha tocado el tema no se está respetando el derecho fundamental de la capacidad para decidir, debe respetarse quien toma la decisión y quien decide no hacerlo, pero la realidad es otra, esta situación está promoviendo y sale de lo más oscuro del corazón del hombre el odio y la discriminación hacia la persona que tomó la decisión de no inocularse, ya hay países que han llegado a los extremos de que la persona que no esté vacunada pague de sus propios recursos económicos a un hospital el tratamiento adecuado para combatir el virus, las vacunas en el transcurso del tiempo han sido buenas para evitar enfermedades que atente contra la salud, pero lo que está pasando con este proceso de vacunación ha sido una locura y despertado muchas dudas y que nadie responde por nadie por un efecto adverso de los biológicos, como decía mi abuela “la cura salió peor que la enfermedad”.