El mundo ha ido cambiando, el día a día ya no es igual, tenemos que adaptarnos a la nueva normalidad que ha causado esta pandemia Covid-19 la economía está fluctuando, muchas empresas han decaído en la actividad productiva, obligando esto a despedir trabajadores, los índices de pobreza va en aumento.
El desempleo es notorio en las ciudades capitales, los gobiernos deben hacer un gran esfuerzo en acelerar políticas públicas, la renta básica universal es un ingreso alternativo que puede solventar a los menos favorecidos.
Hoy el virus ha generado una incertidumbre en donde la humanidad no ve un horizonte claro en cuanto al tiempo de la erradicación de la pandemia, la comunidad científica manifiesta que están ante un terreno inexplorado, las variantes del covid-19 son una amenaza constante, el proceso masivo de vacunación se está realizando con diferentes biológicos.
Estas vacunas han sido cuestionadas por la capacidad de efectividad ante el virus, algunos aseguran que la inmunidad que te ofrecen estos biológicos es la duración de 7 meses y que la amenaza latente de las variantes según los críticos perdería la persona la protección de inmunización contra el covid-19.
No sabemos qué puede pasar más adelante, la posición para enfrentar esta pandemia no ha sido determinante, la corrupción ocupando los primeros lugares, como es posible que ha pasado más de un año desde que se declaró la pandemia a nivel global y no se ha podido construir en algunos países verdaderos centros hospitalarios que tengan una capacidad de respuesta contundente para atender esta problemática, la pobreza de infraestructura de los colegios públicos entre esto la falta de suministro de agua potable que no está garantizado en un 100% y sin esto es imposible el volver a las clases presenciales.
Es preocupante que personas mal intencionadas se han aprovechado de esta crisis sanitaria, en la que prevalece la economía sobre la salud, esta pandemia ha sacado a flote el egoísmo, la avaricia por el cual estos antivalores traspasaron los limites dentro de la sociedad.
La incertidumbre ha llevado a que las personas se agobien vivan estresadas, hay personas que creen que si les da el coronavirus pueden morir, habido casos de hospitalización en clínicas de reposo, el covid-19 a afectado también la parte emocional.
Los altos índices de suicidio son alarmantes cada vez son frecuente en las noticias de las redes sociales las personas que deciden quitarse la vida, porque han perdido su trabajo, han disminuido sus ingresos y como sus negocios de tantos años se han ido a la quiebra.
La violencia intrafamiliar se ha incrementado causado por los confinamientos, la Covid- 19, no solo vino a afectar la salud de la humanidad, también deja al descubierto las falencias del sistema hospitalario, la precariedad de los sueldos de los trabajadores de la salud, la falta de gestión pública de los gobernantes para contener esta problemática.
La incertidumbre radical de la pandemia acecha, pero debemos aprender de la crisis y sobrepasar los obstáculos y prepararnos para lo que pueda acontecer más adelante.