Basta con leer los innumerables informes periodísticos, con motivo de los 30 años de vigencia de la Constitución Política de Colombia, para afirmar que la «Carta Magna», proclamada el día 4 de julio de 1991, está descuadernada y es, en consecuencia, una colcha de retazos.
La Constitución colombiana, que en la practica debía ser la Ley de Leyes, cada época que pasa se modifica más y más. Hasta la fecha ha tenido 55 modificaciones y 108 reformas de los 308 que contiene; es decir Colombia ha sido una de las naciones en el mundo que más ha reformado la llamada «Carta Magna» y se ha modificado una tercera parte.
El mandato campeón en las modificaciones a la Constitución de Colombia ha sido, hasta ahora, el de Juan Manuel Santos Calderón, con 19; segundo lugar es para Álvaro Uribe Vélez, con 15; terceros Andrés Pastrana Arango e Iván Duque Márquez, con 7; cuarto lugar Ernesto Samper Pizano, con 4 y en el quinto quedó César Gaviria Trujillo quien hizo 3.
Una de las decisiones más controvertidas fue lo que aconteció con la modificación del “articulito» (el 197) para reelegir al presidente, Álvaro Uribe Vélez.
Está convertida en una » colcha de retazos » debido a que en determinados tiempos se acomoda, arregla o cambia en sus estructuras elementales y lo peor de acuerdo con los intereses políticos.
Lo único excelente y hasta trascendental para la defensa de los ciudadanos ha sido la creación de la figura de la tutela. Los dos postulados de la Constitución no se han alcanzado en materia de paz para el país y mucho menos lo referente a las transformaciones democráticas.
La vigente » Constitución Política de Colombia «, cuya labor estuvo a cargo de la Asamblea Nacional Constituyente, se proclamó el día 4 de julio de 1991 y reemplazó a la de 1886.