A pesar de que el Gobierno se declaró satisfecho con el 4% de crecimiento de la economía en 2012 que reportó el DANE, el Banco de la República optó por bajar la tasa de intervención e incrementar sus compras de dólares, para de esta manera tratar de frenar la desaceleración de la economía. Por su parte la ANDI le planteó al Gobierno la necesidad de implementar una Agenda para el Salto en Competitividad, a manera de salvavidas a la industria que viene de capa caída.
El Gobierno no podía seguir ignorando esta realidad y terminó por entender la necesidad de actuar, por ello el propio Presidente de la República Juan Manuel Santos anunció un Plan de choque tendiente a reactivar la economía. Lo curioso es que poco después sale el Presidente Santos con que el paquete de medidas que iba a anunciar no era un Plan de choque, como él mismo lo había anunciado, dizque porque "no hay ningún tipo de crisis ni de emergencia". Se trata, entonces, de un "impulso" a la economía en procura de lograr estabilizar el crecimiento, dado que, como vamos, vamos bien.
Por ello se rebuscaron un nombre bien sugestivo al paquete de medidas que finalmente se le expuso al país, Plan de Impulso a la Productividad y el Empleo (PIPE). No obstante, es el propio Ministro de Agricultura Juan Camilo Restrepo quien manifiesta sin ambages: "reconozco formalmente que hay crisis en el sector agropecuario" y si eso dice el titular de la cartera que tiene bajo su responsabilidad este sector que creció el 2.6% en el 2012, qué podrá decir el Ministro de Comercio e Industria que tuvo un bajonazo de - 0.7% el año anterior.
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