Nos permitimos señalar sinceramente que los graves problemas que afectan al ciudadano corriente de Colombia no se iniciaron en la presente administración de Iván Duque Márquez pero sí han aumentado y esto obedece, en forma muy destacada, al sistema económico y social que impera en el país desde hace muchos años; es decir, la situación que se presenta no es es exclusiva y mucho menos se originó en el curso del actual mandato presidencial.
Nos permitimos señalar sinceramente que los graves problemas que afectan al ciudadano corriente de Colombia no se iniciaron en la presente administración de Iván Duque Márquez pero sí han aumentado y esto obedece, en forma muy destacada, al sistema económico y social que impera en el país desde hace muchos años; es decir, la situación que se presenta no es es exclusiva y mucho menos se originó en el curso del actual mandato presidencial.Ahora bien como consecuencia de la jornada de protesta del 21 de noviembre el Gobierno Nacional decidió iniciar una etapa que según lo aseguró el mismo presidente será de conversación nacional con los diversos sectores y en todo el país; el ejercicio del mandatario ya se inició el anterior domingo con un conversatorio con los gobernadores y alcaldes que se posesionarán el primero de enero del próximo año.Estimamos que con el ahora llamado conversatorio o diálogo nacional el mandatario reconoció que se debe profundizar el diálogo social con todos los sectores y es una consecuencia inmediata de la jornada de protesta mediante el paro nacional, marchas y el sorpresivo cacerolazo.De todas maneras es oportuno señalar que ante estos añejos problemas, en primer término, el Gobierno Nacional y el Congreso deben trabajar sobre la base de reconocer que Colombia es un país desigual, mídasele como se le mida en materia de distribución de tierras, concentración de las cuentas bancarias, oportunidades de trabajo y actividades en general en materia económica.Otros problemas añejos, que se convirtieron en pendientes de solucionar, son la inseguridad ciudadana que se presenta en todo el país; es alarmante en Bogotá. También hacen falta las disposiciones para acabar la inmoralidad administrativa, medidas para mejorar sustancialmente los servicios de salud y el transporte público; igualmente los ciudadanos de a pie aún esperamos las disposiciones en pro de más fuentes de trabajo para disminuir la tasa de desempleo e informalidad. En este diálogo nacional, anunciado por el Jefe de Estado, no puede estar exento el problema económico y social que a Colombia está provocando el ingreso al país de ciudadanos venezolanos, el conflicto de las cárceles colombianas por el hacinamiento y para los pensionados la propuesta de los dos últimos gobiernos, (Santos y Duque), para disminuir el aporte de salud del 12 al 4%.En ese debate nacional deben estar todos los sectores de importancia de una nación comenzando por los representantes o voceros de la jornada de protesta nacional del 21 de noviembre, la clase política, profesores y estudiantes, también los voceros de los más importantes gremios de la producción y los campesinos.Finalmente nos atrevemos a aseverar que la jornada de protesta del 21 de noviembre fue un hecho multitudinario e histórico para Colombia malogrado, eso sí, por los eventos de los encapuchados y personas que se dedicaron al vandalismo; también queremos lamentar y también protestar por abusos de autoridad por parte algunos miembros de la Policía Nacional como es el caso de la muerte del estudiante Dylan Cruz.