Nuestro país ha tenido en el embarazo adolescente uno de los más grandes problemas de salud. Otro es, el aumento en la tasa de fertilidad debido a que durante los últimos años miles entre 10 y 19 años quedan embarazadas causando efectos nocivos en madres e hijos.
En ese sentido, según estadística que salió a la luz en conferencia celebrada en el mes de septiembre de 2018 en la Universidad del Magdalena con la asistencia de representantes de la gobernación, el rector, de la secretaría de salud del distrito, personal del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, estudiantes y docentes del distrito de Santa Marta, en los primeros nueve meses del 2018 la tasa de embarazos en adolescentes en el departamento del Magdalena llegó a los 2.708 casos.
Así las cosas, aunque la Gobernación del Magdalena se une a eventos como la celebración de la Semana Andina de Prevención del Embarazo en Adolescentes celebrada entre el 10 al 14 de septiembre de 2018 en la ciudad de Santa Marta donde se toman acciones para tratar de bajar a su mínima expresión estos embarazos, llama la atención el lema del evento internacional: “por una sexualidad sin violencia” pues se trata es que no queden embarazadas con violencia ni sin violencia.
De todas maneras aunque el problema es generalizado en todo el país debido a que siguen aumentando los embarazos de adolescentes, pues las cifras de Profamilia dicen que el 17% de las mujeres entre los 13 y 19 años iniciaron su vida sexual antes de cumplir los 14.
Por otra parte, un estudio a profundidad de la Encuesta Nacional de Demografía y Salud presentado por Profamilia, la Embajada de Canadá y la Fundación Plan Internacional por la Niñez Colombiana, arroja aumento del embarazo en niñas entre los 10 y los 14 años en diferentes regiones del país. También, se ratificó que los mayores casos de embarazos en adolescentes se registraron en las departamentos que hacen parte de Costa Caribe como Cesar, Guajira y Magdalena.
Igualmente, las cifras revelaron que 9 de cada 10 niñas abandonan sus estudios luego de quedar embarazadas y desprotegidas.
Cómo la Corte Constitucional despenalizó el aborto en Colombia con sus tres puntales casos: “cuando existe peligro para la salud física o mental de la mujer, por malformación del feto que haga inviable su vida o en caso de violación, transferencia de óvulo fecundado o inseminación artificial no consentida”, el 2017 dejó 10.517 abortos legales realizados por Profamilia. Pero según cifras de la misma entidad en Colombia suceden anualmente alrededor de 300 o 400 mil abortos. Me animo a pensar que podrían ser de las jóvenes adolescentes. Queriendo decir que las cifras no rebajan por resultados exitosos de los programas estatales sino porque las niñas en Colombia están abortando.
Se puede concluir que la prevención del embarazo adolescente en el Departamento del Magdalena requiere acciones que no sean un saludo a la bandera para que las niñas no sigan quedando embarazadas a temprana edad y así lograr disminuir la fatal cifra.
Primero, tomar acciones preventivas, académicas y sociales. Además, promover hábitos saludables en las niñas y la familia. Involucrar a todas las secretarías del municipio yendo mucho más allá de promover hábitos anticonceptivos. Entender de una vez por todas que es un problema social que puede resolverse con educación, la inclusión y la inserción laboral.
Enseñarles a las adolescentes que un embarazo temprano tiene repercusiones en su plan de vida. Asimismo, un plan integral de atención en Salud. Una gran mesa municipal de prevención de embarazos adolescentes. Darle prioridad a las zonas marginales de la ciudad e identificar posible sexo con turistas que llegan del extranjero a abusar de las niñas. Y por último vigilar con lupa su educación para que se logre llevarlas a carreras técnicas, tecnológicas o profesionales. Pero para todo este proyecto se deben integrar alcaldía y Gobernación.
En síntesis, llevar todas estas acciones a los diferentes municipios del departamento del Magdalena donde el problema puede ser peor.