Andrés Rugeles, alcalde encargado de Santa Marta y Secretario de Transparencia, en entrevista concedida a la emisora de radio La W, presentó una radiografía de Santa Marta muy preocupante. Los problemas de Santa Marta son mucho peores de lo que se pensaba.
Me gustó la forma metódica y estructurada en que Rugeles hizo la exposición de los hallazgos. Dice mucho del perfil técnico del funcionario, y además comunicó claramente cuáles son las áreas más problemáticas. Todos los samarios, o por lo menos los responsables, deberían escuchar la entrevista para que se enteren de cuál es el verdadero estado del distrito. Además, sería bueno que los medios impresos la transcribieran y publicaran.
Mi conclusión personal es que la administración del distrito por parte de Fuerza Ciudadana terminó siendo una gran estafa perpetrada con la complicidad de muchos, aunque todos sabemos quiénes fueron los actores principales. Venimos a enterarnos, por medios diferentes a la entrevista, de cómo Martínez prostituyó a cierta prensa so pretexto de fortalecer la imagen institucional. Los gobernantes hablan con sus ejecutorias y logros y no con publirreportajes. Ya decía yo que era sospechoso que ciertos medios se dedicaran a defenderlo a capa y espada. ¿Y dónde estaba el Concejo mientras todo esto sucedía?
La nómina de contratistas de quinientas personas, que no hay como pagar, y en fin, hay un sinnúmero de actos que apuntan a que había una empresa criminal dedicada a fortalecer las aspiraciones políticas de ciertos personajes y de paso defraudar al fisco. La falta de documentación de soporte en la oficina legal es otro acto que apunta en la dirección de la ocultación y el encubrimiento. Como se hace en las investigaciones de otras latitudes, just follow the money (háganle seguimiento al dinero), y se descubrirá el entramado de corrupción.
Puntos a considerar, en vista del estado de cosas en el distrito. La primera, es que no se le puede devolver la administración a Fuerza Ciudadana, o por lo menos no hasta que no puedan hacer más daño. Segunda, hay que modificar la ley porque este cuento de la terna cuando hay suspensión es absurdo. El movimiento debería perder el derecho a gobernar y la decisión quedaría en manos del Presidente. La tercera, la seriedad de los problemas de fondo, hace imperativo que pensemos muy bien a quien vamos a elegir en octubre. Se necesita un alcalde con enorme capacidad administrativa para enderezar muchos de los entuertos que nos deja el paso de Fuerza Ciudadana.
Me referiré al tercer punto haciendo honor a mi apellido materno, y voy a ser muy Franco. Hasta el momento solo hay dos personas que han oficialmente anunciado sus candidaturas: Johnson y Palacios. La primera ha sido cómplice y participe del descalabro y hasta tiene una investigación en curso, y no se entiende como tiene el descaro de presentar su nombre. Y del segundo, bueno que decir de Palacios, el veterano de veintidós años en el Concejo. Se presumiría que conoce los problemas de la ciudad por el tiempo que ha pasado en el Concejo, y que esto debería ser valor agregado.
Tal parece que Palacios se está enterando del estado de la ciudad con todos nosotros, y pregunto: ¿dónde estaba Juan Carlos Palacios cuando se comprometieron las vigencias futuras hasta el 2049 sin fundamento técnico o cuando la alcaldía manejaba quinientos contratistas o prostituía medios? ¿Acaso no le correspondía a él como co-administrador fiscalizar? ¿Dónde están las actas de citaciones y debates de control al gobierno distrital? Parece ser que tras veintidós años de edil, el legado de Palacios se reduce a inocuas flatulencias bucales…y por esto le pagamos los contribuyentes. No tiene lógica que ahora nos salga con que él es el redentor de Santa Marta, cuando fue co-hechor del descalabro. Pecó por omisión y faltó a sus deberes legales y éticos.
La situación del distrito debería hacer reflexionar a los empresarios y a los gremios sobre a quién le van a dar el apoyo. Entre los que suenan hay un candidato que tiene como, pero nada que se lanza. Yo propongo el nombre de María Claudia Lacouture Pinedo como otra alternativa. Con los dos que se han lanzado, independientemente de quien gane, pierde Santa Marta. Seria idóneo que los candidatos sean tan buenos, que independientemente de quien gane, gane Santa Marta.