Los datos que aparecen en el último informe del Dane de mayo titulado “Pobreza monetaria y multidimensional” demuestran que Colombia tiene que volver a poner la pobreza y la concentración de ingresos entre sus grandes prioridades.
Sin lugar a dudas, se quebró la tendencia descendente de pobreza que venía desde principios de la década, lo cual amerita una serie revisión de lo que está sucediendo tanto con el crecimiento de la economía como con las políticas sociales. Esta dosis de realismo llegó cuando la sociedad colombiana y el gobierno estaban en un discurso triunfalista sobre los avances sociales del país. Sí, eso sucedió, pero esa tendencia positiva se frenó y no solo viene en aumento la pobreza, sino también el incremento de la concentración del ingreso del país. ¿Qué estará pasando con la riqueza que siempre ha estado en manos de unos pocos y que nunca se mide?
Pero como mal de muchos es consuelo de tontos, es pertinente mirar a nuestra región Caribe. Las cifras del Dane arrojan unos resultados para estos departamentos que no pueden pasar desapercibidos. En ese contexto preocupante que se observa en el país, hay algo muy grave para esta región de Colombia: es aquí donde más ha aumentado la pobreza. Desde 2016 hasta el 2018, se incrementó la proporción de personas pobres 7 puntos porcentuales al pasar del 26.5% al 33% de la población. Para ponerlo en plata blanca, la tercera parte de la población de esta región es pobre. Es una verdadera vergüenza que en estos departamentos el incremento sea tres veces mayor que el que se registró en el promedio nacional. La Región Pacífica, con la cual competimos en términos de pobreza, sí fue capaz de reducir un poco estos índices, algo que el Caribe no pudo hacer.
Para hacer un aterrizaje forzoso, Barranquilla la super estrella dominada totalmente por un solo grupo político, figura entre aquellas ciudades que más aumentaron la pobreza monetaria dentro de las capitales del país. Barranquilla Cómo Vamos, debería pronunciarse sobre esta situación porque la realidad parece alejarse del discurso que venden sus mandatarios y que el país, sin beneficio de inventario, ha adoptado como un dogma. Cartagena, Sincelejo y Montería mejoraron levemente, pero el resto de las capitales costeñas empeoraron su situación de pobreza y Barranquilla fue la que más se empobreció. Respuestas señor alcalde, por favor y también de ustedes, miembros del honorable Concejo de la ciudad.
Pero la historia no termina allí. También aumentó la vergonzosa concentración del ingreso en el país, y la región Caribe y Barranquilla no fueron la excepción. Solo Montería y Valledupar no empeoraron en el índice de Gini, pero el resto concentraron aún más el ingreso. En resumen, la región Caribe sigue con su historia característica: muchos viviendo en precarias condiciones y unos pocos, en las ciudades, beneficiándose desproporcionadamente de los beneficios del desarrollo. ¿Hasta cuándo?