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Migración Venezolana

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Eimar Pérez Bolaños

Eimar Pérez Bolaños

Columna: Opinión

e-mail: eimar.perez@unad.edu.co
Escribió Esquilo en su Prometeo Encadenado: “con lamentarte por su desgracia no has de mejorar su suerte”. El lamento, la indiferencia, la desconfianza, la solidaridad, entre otros, quizás son los sentimientos que a muchos ciudadanos en el mundo genera el observar y analizar las circunstancias de venezolanos que han llegado a distintos lugares del planeta buscando refugio para tratar de empezar una vida, por lo general en condiciones adversas.
 La situación en las principales ciudades de nuestro país en especial en la zona fronteriza no escapa a esta realidad, al ser vecinos de nuestro territorio se convierte en paso necesario para muchos de ellos; algunos son conciudadanos que retornan al país después de haber consolidado un proyecto de vida cuando en antaño Venezuela les abrió sus puertas para realizarlo. 

La situación merece un análisis profundo, antes que proponer un discurso alentador, adornado de la promesa de la solidaridad; más bien es menester problematizar el fenómeno desde diferentes perspectivas en las que se puedan obtener algunas pistas con elementos teóricos, que nos permitan no solucionar el problema, sino comprenderlo. Por lo tanto, considero que la migración venezolana, es una realidad que nos interpela a reflexionar desde la geopolítica, pero también a analizarla como un instrumento mediático local que oculta nuestra propia realidad y crisis institucional. 

Slavoj Zizek, filósofo esloveno, gran influyente en la filosofía política actual, realiza un análisis similar del fenómeno migratorio en Europa a partir de lo que denomina las guerras culturales que en sí mismas, van constituyendo nuevas clases sociales como son los refugiados. Individuos que han tenido que huir de sus lugares de origen por diversas razones: persecuciones políticas internas o regímenes políticos dictatoriales, guerra, hambruna, etc. Los cuales han provocado una crisis como en sus países de origen como en sus países de destino. Con lo anterior, podemos extrapolar la tesis del filósofo en mención hacía la situación migratoria venezolana.

Zizek considera que estos fenómenos son provocados por las dinámicas del capitalismo global que busca y necesita que los individuos se movilicen a distintos lugares, pero como garantía de “mano de obra barata y al mismo tiempo controlar sus movimientos, pues no se pueden permitir las mismas libertades y derechos para todos” (Zizek, p. 64). En el caso colombiano, el fenómeno migratorio venezolano de acuerdo al planteamiento de Zizek, nos muestra la realidad política, económica y laboral con la que el Estado ha recibido a estas personas. Observamos que se ha generado violencia, segregación, como resultado de una estigmatización ridícula que hace mella en los diferentes sectores sociales del país.

Además, como una ventaja a la hora de reducir los costos para la contratación laboral. Finalmente, no podemos dejar de lado que en estos días a través de los medios masivos de comunicación más que promover el discurso de la solidaridad considero que se intenta salvaguardar la credibilidad institucional volviendo a retomar el tema de la migración venezolana, teniendo en cuenta que en el país existen situaciones no menos importantes en la que los medios hacen poco ruido, como por ejemplo la propuesta de la ley de financiamiento, el rubro del gobierno para educación pública, la propuesta de los impuestos, así como el caso odebrecht que aún sigue en la palestra y el vaivén de la justicia.  En ese contexto el filósofo esloveno acota: “el problema no son los extranjeros sino nuestra propia identidad” (Zizek).