El mundial de fútbol, aparte de ser un certamen mágico, para aquellos quienes amamos el fútbol, es además un escenario de integración multicultural.
Por el contrario, causa pesar y tristeza, ver a los nuestros con un comportamiento opuesto, dejando la basura botada de manera incivilizada. Comparar esas dos conductas, de seres humanos iguales, que podrían comportarse de manera igual, causa curiosidad. ¿Será que depende de la cultura? ¿Será que es un simple asunto educativo? Considero que es algo de las dos cosas. La manera en la cual se eduque a los niños, con base en principios y valores, será lo que determine el comportamiento de ellos en la adultez.
Haciendo un poco de investigación digital sobre el tema, me encontré con un video que lo dice todo. En Japón, la clave está en la educación cívica, en la educación en principios y valores en una edad temprana. De hecho, en el Japón el modelo educativo se basa en el trabajo en equipo, la meritocracia y la disciplina. Pero lo más importante es el énfasis que se hace en los primeros años de colegio en los valores personales y sociales y no sobre conocimientos. Igualmente, como atributo importante de la personalidad y de la inteligencia emocional se enseña el auto control que deben tener los niños. También se enseña respeto hacia los demás y hacia los maestros y padres, como piedra angular de la sociedad.
Lo que, además, causa absoluta admiración, es que son los estudiantes los que limpian los pasillos y los baños. Es un trabajo en equipo y de ayuda mutua. Y esa es la respuesta de porqué los japoneses recogen la basura en los estadios y nosotros los colombianos, no.
Por ello, como reflexión, deberíamos adoptar elementos del modelo de educación japonesa, por lo menos en los primeros años de educación escolar, donde se enseñen valores y principios básicos personales y sociales, se enseñe disciplina, se enseñe trabajo en equipo, donde los estudiantes se encargan de la limpieza, se haga énfasis en la habilidad de resolver problemas, etc. Como diría Yokoi Kenji, Bogotano, de papá japonés y mamá colombiana: “la disciplina, tarde o temprano, vencerá la inteligencia”. Kenji indica que los colombianos son muy inteligentes y recursivos, pero que carecen de disciplina.
Creo que también se requiere un refuerzo en educación basada en principios y valores. Por esto se requiere de un cambio Cultural-Educativo que adopte buenas prácticas educativas, especialmente en los primeros años, que incluya elementos del sistema de educación japonés.
Tercio extra: Causa indignación ver a adultos, fungiendo de adolescentes inmaduros, contrabandeando trago en los estadios del mundial. La conducta, que es reprochable, no fue solamente de un grupo de colombianos, sino también ciudadanos de otros países. Si eso no fuera poco, colombianos y ciudadanos de varios países latinoamericanos decidieron burlarse de mujeres japonesas y de otros países haciéndoles cantar y decir palabras obscenas en español; esto no debe pasar.
No obstante, hay que poner en su debida proporción estas contravenciones y faltas de respeto, educación y gusto, pues en las redes sociales y en algunos medios parece que importa más reprochar severamente este tipo de comportamientos y no que guerrilleros terroristas, que no han pagado sus penas, responsables de crímenes de lesa humanidad, sean congresistas de la República.