Aparentemente, parece que se inició la etapa de las propuestas de los candidatos a la presidencia de Colombia para el período 2018-2022. Ya era hora de pasar de las ideas generales -algunas muy vagas-, a ideas más concretas de lo que sería la agenda de cada candidato para ganar estas elecciones.
Importante es sin duda alguna, que los colombianos empiecen a plantearse hacia donde iría un próximo gobierno de acuerdo a quien gane la Presidencia. Es hora de empezar a separar lo que son buenas ideas y las que podrían clasificarse como simples globos. Afirmar como lo están haciendo casi todos, que su meta es que la economía crezca al 5%, en medio de un descenso muy significativo en el PIB potencial y en el actual nivel de expansión de esta tasa, es simplemente pensar con el deseo. Cambiar la tendencia que solo parece recuperarse muy lentamente, es tal vez el mayor reto que enfrentarán los próximos gobiernos. Esto, porque se trata nada menos que de cambiar la estructura productiva del país, diversificar la economía, reducir la brecha tecnológica y encontrar el camino para que tanto la agricultura como la industria, más la modernización de sector servicios, se vuelvan el motor de la economía.
Además, es muy peligroso pensar que el leve repunte en los precios del petróleo se tome para afirmar que es el sector minero energético el que va a hacer crecer nuestra economía. Los candidatos deben recordar que aunque tenemos minerales y algo de petróleo, no somos potencia en esos sectores. Así mismo, es muy fácil afirmar que se reformará la Ley 100, pero decirlo sin decir cómo, es un globo porque este es uno de los temas más complejos que enfrentarán los temas financieros con los objetivos sociales. Esto así no más suena a un globo, simplismo en el que caen tanto Vargas como López.
Como apenas empieza esta etapa, es hora de que los candidatos a la Primera Magistratura entiendan que los colombianos ya no comemos cuento y que necesitamos propuestas más elaboradas, cuantificadas. Reducir impuestos es un tema de campaña, pero si no se acepta la difícil situación fiscal del país, es irresponsable afirmar que le bajarán impuestos a las empresas y que se reducirá el IVA, sin analizar cómo se recuperarán esos ingresos para nutrir las finanzas públicas. Otras ideas como bajarles los ingresos a los congresistas, que aunque sería ideal, también sería otro globo porque ellos mismos se opondrían a este tema.
Llegó la hora de escuchar propuestas sensatas y sobre todo viables, en medio de esta inusual avalancha de candidatos y candidatas presidenciales. La opinión se ocupará de ir desechando los globos que solo enredan las verdaderas ideas que deben someterse a consideración de los votantes.