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Mié, Dic

Nuestro idioma en las redes sociales

Columnas de Opinión
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Cada invención del hombre, que sea útil para la humanidad, trae consigo nuevos cambios; en el pensamiento, la forma de vestir, de actuar, y, hasta la manera en la que nos comunicamos. El internet, nos ha brindado la magnífica posibilidad de superar las distancias, sumergiéndonos en un universo digital infinito. Así mismo, ha traído nuevas formas, no oficiales, de escribir nuestra lengua.

El idioma español es una lengua que se caracteriza por su complejidad en las reglas ortográficas; la amplitud en los significados de las palabras, los sinónimos y las diferencias de ellas en cada región donde se habla. La ortografía, es la columna vertebral que regula la escritura de cada lenguaje, de donde se desprende cada fonema y el uso correcto de cada letra y signos gráficos. ¿Ha cuantos de nosotros nos han atormentado, y aun, nos cuesta trabajo las reglas ortográficas? 

Como es natural, los idiomas van evolucionando, el fonema de una letra y el significado de una palabra pueden variar, dependiendo los antecedentes históricos y la región donde se pronuncien. El español no es la excepción, también ha sufrido procesos de adaptación y simplificación de los variados y variables usos antiguos. Uno de los cambios que notamos en la actualidad, con gran preocupación y en una forma acelerada, es el lenguaje escrito en las redes sociales. 

Podemos pensar que es el producto de una transformación que va sufriendo el idioma, que lo puede llevar a una simplificación y practicidad necesaria en un mundo globalizado a través de la web, y que se desarrolla en forma acelerada por encontrarnos en la era de las comunicaciones. También, que es el resultado de la pereza, de algunas generaciones, para no esforzarse con las normas ortográficas. Sin consuelo alguno, muchos de los desaparecidos precursores de nuestro idioma, se revolcarían en sus tumbas al ver los crímenes que se comenten en las redes sociales, en contra de la escritura de nuestra lengua.    

Es válido cuestionarnos si estas nuevas tendencias de escritura, especialmente en las nuevas generaciones, podrían llegar a ser estandarizadas, aceptadas y reguladas, algún día, por la Real Academia de la Lengua Española. O,  sencillamente pasaran a la historia como una simple cuestión de moda de algunas generaciones, que pretendían manifestar su rebeldía ante las normas ortográficas.

Sin embargo, no podemos olvidar que la forma en que escribimos dice mucho de lo que somos, he independiente de los cambios que pueda sufrir nuestra lengua, no se puede negar lo agradable que es leer un texto bien escrito, regulado por las estrictas reglas de la ortografía que enriquecen y purifican el lenguaje. Finalmente, la responsabilidad es de todos, en los hogares, los colegios y las universidades, por conservar lo exquisito de nuestro idioma.