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Candidatos por firmas

Columnas de Opinión
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Escrito por:

Luis Tabares Agudelo

Luis Tabares Agudelo

Columna: Opinión

e-mail: tabaresluis@coruniamericana.edu.co
Cuando cambiamos la forma como se nombraban a los alcaldes y gobernadores, dimos un gran paso a una democracia participativa. Anteriormente los gobernadores eran nombrados por el presidente de la república y el gobernador a dedo nombraba a sus alcaldes en cada municipio del departamento.

La elección popular de alcaldes se dio por medio del acto legislativo 01 de 1986 y la de gobernadores por la Constitución de 1991. Obviamente se hicieron cambios pensando en darle más vigor a nuestra democracia. También, que los dirigentes locales fueran elegidos directamente por el pueblo luego que el líder saliera a la plaza pública con sus ideas, oratoria y plan de gobierno. Pero, aunque la vigorizó, evolucionó hacia ver el candidato con cajas llenas de dinero convenciendo sin transparencia y sin honestidad.

Lo preocupante de todo esto es que la costumbre -como fuente del derecho- hace que un hecho tantas veces repetitivo se vuelva una ley, por lo tanto, permitir que se vaya arraigando ver a las grandes campañas políticas repartiendo dinero y el pueblo esperando que se le pague para salir a votar va en contra de cualquier principio democrático. Además, porque si llega a ser alcalde, gobernador o congresista repartiendo plata a sus electores, ¿de dónde o como cree usted que va a recuperar lo que invirtió?

Es curioso ver como los candidatos a las gobernaciones, alcaldías o al congreso casi siempre son los mismos, se rotan o turnan entre una y otra, se dan la respectiva espera engrasando y vuelven al ruedo a ser elegidos y que en cambio los jóvenes no lleguen al poder así se pasen media vida estudiando, preparándose. Me surge entonces otra pregunta: ¿Cómo y cuándo vamos a cambiar si vamos a tener a los mismos políticos o a sus delfines siempre ahí? En síntesis los cambios vigorizaron el surgimiento de la maquinaria de los clanes políticos familiares que se heredan hasta los malos manejos.

Paradójicamente, con relación a la última contienda electoral podemos afirmar que el Gobernador del Atlántico, repite; el alcalde de Barranquilla, repite; el Gobernador de Antioquia llega después de ser alcalde de Medellín; el gobernador de Caldas, repite; el alcalde de Bogotá, repite; el gobernador del Tolima, repite; y pa remate “Calzones” estando preso ganó la alcaldía de Yopal. Así mismo, la rotación en los candidatos al Senado o a la Cámara es mínima o nos dejan a su delfín que muy pronto llega a ser presidente del congreso.

En 1991surgió con la Constitución el artículo 108 “…los movimientos sociales y grupos significativos de ciudadanos también podrán inscribir candidatos” pero ocurrió algo inesperado, los electores podemos evolucionar hacia escoger un líder que se haya lanzado por firmas debido a la corrupción que vemos en los partidos políticos tradicionales, pero los políticos que han creado o pertenecido al partido evolucionaron a ser candidatos por firmas –después de dejar un reguero de corrupción- convirtiendo un derecho saludable en una estrategia electorera.

Hoy en día esperamos con la próxima reforma política se corrija todo esto pero mientras tanto no podemos olvidarnos del voto en blanco, es nuestra última esperanza para sacar los mesías de la contienda, cuando gana se repiten las elecciones y se tienen que cambiar los aspirantes.

Finalmente, tampoco podemos olvidar que lo fundamental en una democracia es la institucionalidad, por ella avanzan los países, los partidos políticos forman parte de esta. Cuando no confiamos o renunciamos a ellos, se socaba la institucionalidad. Pero, cuando veo que hoy contamos con 28 candidatos a la presidencia de la republica casi todos por firmas, pienso que nuestra democracia retrocede y los políticos evolucionan.