La educación superior se constituye en una de las herramientas más poderosas con las que cuenta un gobierno para estimular el desarrollo de un país. Por ello, cada recurso que se destina a brindar una educación de calidad en general, y específicamente en las universidades colombianas, puede ser considerado como una valiosa y fructífera inversión a futuro.
A lo largo de la historia, se ha evidenciado que la educación superior tiene una gran capacidad para propiciar progreso en la sociedad, en la cultura y en la economía de las naciones. La Universidad del Magdalena, por su parte también ha sido partícipe de este gran aporte en beneficio de la región Caribe y del país, durante más de 50 años.
Por ello, puede decirse que es una de las instituciones con mayor reconocimiento en la costa Caribe, ya que no solo ha brindado educación de calidad a cientos de jóvenes colombianos sino que ha aportado y contribuido al desarrollo competitivo del departamento del Magdalena.
Sin embargo, en el transcurso de los últimos años el Gobierno Nacional ha venido recortando presupuesto asignado para cada uno de los cupos estudiantiles con que cuenta la universidad, es decir, los recursos que se asignan por cada estudiante matriculado.
Esta situación es inconcebible, ya que a pesar del aumento de cobertura que se viene presentando desde el 2000, equivalente a un 700%, hoy las transferencias del Estado se ven afectadas por una disminución cercana al 80% de los recursos anuales, constituyéndose en una de las cifras más bajas en el país.
Con ello, no solo se ponen en riesgo los cupos en la universidad, debido a las transferencias tan bajas que se están realizando, sino también podría llegar a ponerse en la cuerda floja el sostenimiento a largo plazo de los programas académicos.
Hay que recordar que la Universidad del Magdalena recibió, hace unos cuantos meses, la Acreditación de Alta Calidad para un periodo de 4 años, por parte del Ministerio de Educación Nacional, destacando así la trayectoria e impacto positivo que ha tenido en el desarrollo del país. Sin embargo, recibe los aportes más bajos dentro de las universidades públicas acreditadas del país.
Para la muestra un botón. Las transferencias de la nación, en el 2015, para las universidades públicas fueron de $4.269.101 por estudiante, acorde con lo reportado en el Sistema Universitario Estatal-SUE; para el caso particular de las universidades públicas acreditadas, este valor ascendió a $6.518.550, lo cual contrasta con los $2.146.410 que recibió la Universidad del Magdalena durante el periodo en mención.
Por otro lado, si la comparamos con instituciones públicas de similar tamaño y desarrollo académico de la región, tales como la de Cartagena, Córdoba y Atlántico, evidenciamos transferencias por $4.240.439, $5.052.260 y $4.546.060 respectivamente.
Dadas las cosas de esta manera, es prioritario que el Gobierno Nacional le explique a la ciudadanía por qué han realizado estas reducciones, poniendo en riesgo el futuro académico de cientos de jóvenes estudiantes y que, en aras a la justicia e igualdad, se ajuste el monto de la transferencia para la Universidad del Magdalena por estudiante. Señora Ministra, la educación superior es un tesoro invaluable para la competitividad de nuestro departamento.