Las decisiones políticas en los países latinoamericanos, e inclusos en las naciones más ricas del mundo terminan favoreciendo a una minoría, generando desigualdades sociales a la clase más vulnerable de la sociedad.
En Colombia por ejemplo, la concentración de riquezas la tienen algunos pocos, dentro de los cuales se encuentran los terratenientes y los empresarios, que son quienes ponen y quitan a los políticos que son en últimas los que toman las decisiones transcendentales, favoreciendo a los que poseen la concentración de capitales, sin importarles las condiciones en que vive el resto de la sociedad.
En los países de la periferia, donde el capitalismo y la globalización ponen cuotas presidenciales para tomar las mayores decisiones políticas; siempre los que concentran el poder económico son los mayores beneficiados, dándose una inequidad en la distribución del ingreso.
Aunque, la verdad es que la concentración económica es quizás la lucha por el poder en los diferentes círculos políticos, debido a que quien controla el poder económico puede llegar a mantener el poder político, razón por la cual los regímenes absolutistas desaparecieron y en algunos países de Europa occidental los comerciantes y artesanos a las afueras del castillo del rey conformaron la clases burguesa, que más tarde tomaría el poder político en las ciudades más emblemáticas de esa época, gracias a la concentración económica.
Por lo que no se puede olvidar que la concentración económica, termina siendo concentración de poder político sobre todo en aquellas democracias donde las instituciones son muy frágiles, como es el caso colombiano, sin embargo en algunos departamentos de la costa Caribe se observa como las decisiones que se toman en el círculo político acaban fortaleciendo los intereses económicos de la minoría más adinerada.
Los casos más visibles en las regiones del Caribe, son aquellos departamentos donde la pobreza, la educación y los altos índices de necesidades básicas insatisfechas son preocupantes sin dejar de mencionar aquellos donde la concentración de las riquezas se mantiene en un determinado grupo económico familiar, que en últimas son quienes apoyan directamente o se hacen dueños y señores de los cargos de elección popular, pues es allí donde se toman las decisiones políticas y a su vez se fortalece la concentración económica de una minoría.
Esperemos que el nuevo magnate de la Casa Blanca, Donald Trump, no termine tomando decisiones políticas a favor de la concentración económica de unos pocos en un país dividido por culpa del bipartidismo y las decisiones demócratas y republicanas, sin afectar a los latinos.