En época de elecciones, en todos los rincones de la patria se respira y se perciben sensaciones de alegría, folklor, colorido, aspiraciones, esperanza, optimismo y sobre todo se observa el gran derroche de dinero invertido por los candidatos aspirantes a los diferentes cargos públicos de la nación y también, una gran contaminación visual y auditiva; es una cosa espantosa , patética e incoherente, siendo que en todas las ciudades colombianas hay grandes necesidades básicas insatisfechas como la falta de empleo, ensanche de las redes sanitarias, de acueducto , de agua potable, del parque automotor; construcción de escuelas, parques recreativos, calles , avenidas y muchas necesidades más. Si se pudiera tabular en forma exacta toda esa grandes sumas billonarias invertida en el proselitismo político en Colombia, de seguro se estaría erradicando muchas de las necesidades antes mencionadas.
La mayoría de los políticos aspirantes a las diferentes curules de la nación, parecieran que fueran ciegos o ignorantes porque a la postre esa danza de billones de pesos empleados en cada campaña electoral, resultan superfluas e innecesarias; ya que el perfil, el currículum, las obras y los hechos tangibles de cada aspirante político hablan por sí mismo; además, si toda la población votante analizaran las propuestas de los candidatos e hicieran juicios críticos sobre ellas, estos votarían por convicción haciendo caso omiso a esas imágenes quijotesca, pegadas en paredes, postes y vallas de las ciudades que solo reflejan la burla y el descaro por las personas que montan a los funcionarios públicos en los diferentes cargos de la nación. Me parece que esto es una escena más de irrespeto, de burla y traición a los ciudadanos colombianos.
Pasaron las elecciones 2015 y solo queda en las mentes de los colombianos la esperanza, la ilusión y la oportunidad de mejorar su modus viviendas; pero ¡que decepción! Una vez más la mayoría de los ciudadanos votantes sienten y perciben que son ignorados, burlados y despreciados por aquellos que los llevaron al poder; pero por supuesto , las ayudas y beneficios como resultado del ejercicio político, son solo para los familiares de .los gobernantes y de pronto para algunos simpatizantes del gobernante de turno.
Estas prácticas obsoletas de proselitismo político están lejos de la realidad, porque la esencia de la política no es el engaño, la traición, el fraude, ni mucho menos la corrupción. Le esencia de la política es brindar bienestar y progreso a todas las comunidades con sentido equitativo y responsable. La no puesta en marcha de políticas sanas y transparentes, deja como resultado una sociedad desestabilizada económica, política y socialmente, así como lo demuestran los resultados de encuestas realizadas anteriormente.
Los futuros aspirantes a los cargos públicos en Colombia, deberían replantear y reestructurar los formatos y estrategias para realizar el ejercicio político en los comicios venideros, a fin de evitar en lo posible, fraudes económicos y políticos en estos eventos. Uno de esas estrategias sería comprometer a todo el personal logístico que trabaja en los diferentes proyectos políticos, especialmente a los líderes políticos, para que contribuyan económicamente con la financiación de los proyectos políticos; porque les aseguro que los líderes, los cuales administran fuertes sumas de dinero para ese fin, no estarían dispuestos de poner en riesgo su inversión económica, siendo que sería más fructífero utilizarlo en sus propios negocios. Otra estrategia sería sin duda alguna, no prometer en las campañas políticas tanas cosas a las comunidades, no mentir y cumplir fielmente con las cosas que prometen. Desde esta óptica, se estarían realizando políticas sanas, claras y transparentes, que con seguridad rebajarían los costos financieros de las campañas electorales y se estaría dejando a un lado la corrupción, flagelo que día a día se va estirando en todos los estamentos de la sociedad colombiana. Se que hacer políticas es una tarea dura y de mucho riesgo en esta sociedad compleja y descompuesta ; pero con tantas necesidades que hay en ellas, y haciendo un trabajo a corto y largo plazo, con mucho tacto y cautela, de hecho se estaría abonando un terreno próspero para el ejercicio político.
Qué bonito sería que esos momentos de alegría de folklor, de entusiasmo, de esperanzas y de ilusiones observados en los tiempos electorales, también se vieran reflejados en tiempos postreros en todas las comunidades colombianas, por efecto de haber recibido recíprocamente beneficios y soluciones a gran parte de las necesidades de los ciudadanos y de las comunidades colombianas.
¡Que así sea!
Por: Abel Portacio
Comparte: