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Dom, Nov

Las propuestas como incentivo eleccionario

Columnas de Opinión
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Escrito por:

José Illidge Gomez

José Illidge Gomez

Columnista Invitado

 

Estamos ad-portas de la culminación de una campaña electoral caracterizada por su dinamismo, en la cual se ha conjugado una serie de elementos integrales del proceso muy íntimamente ligados a la realidad político-administrativa del país, elementos que determinan las variables de curso de las distintas campañas y arrastran al elector común a situaciones de difícil manejo en el campo de la toma de la decisión correcta al momento de elegir el candidato que más le convenga al país.

Vemos ante nosotros una baraja de aspirantes muy diferentes en su individualidad, algunos con el respaldo de los partidos políticos tradicionales, otros con el espaldarazo del gobierno, otros que surgen desde la oposición, desde la academia y desde otras organizaciones diferentes, todos con igual derecho a la participación democrática en la búsqueda de la más alta investidura del estado.

Ante tanta gama de posibilidades de errar o acertar en nuestra elección, es importante analizar de cada uno de los aspirantes el compendio de propuestas de gobierno que enmarca su campaña, para definir con mayor capacidad de acierto el candidato que más le conviene a Colombia desde su realidad sociopolítica, económica y administrativa, animados por el sagrado deber de dejar el rumbo del gobierno en las manos acertadas, para lo cual es importantísimo conocer sus concepciones sobre los elementos que conforman la problemática nacional, saber que plantea ante tal o cual realidad o conflicto, como piensa enfrentar las grandes dificultades que hoy vivimos en materia de salud, educación, fuentes de empleo, macro y micro economía, seguridad, institucionalidad, relaciones exteriores, inequidad y corrupción.

No se trata de dejarnos arrastrar por el amigo que necesita nuestro voto para garantizar su continuidad en el trabajo, ni de dejarnos convencer por los cantos de sirena disfrazados de tal o cual medio de comunicación masiva, ni de los fastuosos resultados de las trasegadas encuestas, ni dejarnos convencer por la publicidad inserta en las campañas negras, ni por los mensajes subliminales de tal o cual funcionario ni campaña, ni de la imagen maquillada de tal o cual candidato, no, se trata de definir a conciencia y con pleno juicio el futuro de nuestra cuasi descuadernada nación, se trata de sentar las bases de lo que vamos a dejarles a las generaciones venideras, se trata de corregir y/o enmendar los errores cometidos en ocasiones pasadas, de enrutar a Colombia por el camino de la institucionalidad, de la transparencia, de la justicia social, de la equidad como base para alcanzar la paz, de la autonomía soberana de los pueblos, del desarrollo integral de las comunidades, de la apertura de espacios para el crecimiento personal del ciudadano sin estigmatizaciones ni clasificaciones por ningún concepto, se trata de aportar nuestro grano de arena para construir una sociedad enmarcada en la igualdad y que inicie integralmente el sendero de la superación de todos los horrores que nos tocó vivir en esta noche gubernativa próxima a terminar.

"Los pueblos se merecen su suerte", y nuestra suerte la decidiremos nosotros mismos este treinta de mayo. Acudamos a las urnas a votar y elijamos el mejor para Colombia y para todos los Colombianos, votemos con conciencia de país y no de intereses individuales.