El tiempo y los hechos han puesto de manifiesto de que nuestras apreciaciones relacionadas con el deseo de perpetuarse en el poder el presidente Petro son una realidad incontrovertible; su hoja de ruta es la cartilla de Cuba, del grupo de Puebla y la copia chavista.
Editorial
¡Ay, que calor!
autoridades de varios países suramericanos a alertar sobre losefectos nocivos para la salud de la exposición al sol y a la necesidad de protegerse de los golpes de calor.
En nuestro país, más concretamente en la Costa Atlántica, en Campo de la Cruz, Manatí, Suan y otros pueblos de la Región Caribe, los cuerpos de agua que dependen del río Magdalena, el más importante del país, están casi secos y el agua potable empieza a faltar debido a la intensa sequía causada por el fenómeno de El Niño.
Las elevadas temperaturas que en este momento están experimentando muchas regiones del planeta obedecen a la confluencia de dos fenómenos; uno de esos fenómenos es el cambio climático, que es un evento de fondo que se caracteriza por ser creciente, por ser progresivo, y el otro es el de variabilidad climática coincidiendo en este momento con el fenómeno de El Niño.
Entonces, la sobreposición de los dos eventos hace que en algunas zonas del planeta se eleven las temperaturas y eso fundamentalmente ocurre porque en estos meses, lo que es enero y febrero, se tiene un momento de alta intensidad de expresión de El
Niño, que se espera empiece a decrecer en marzo y abril.
En Colombia, donde las lluvias de los dos últimos días en partes de la región andina han apagado incendios forestales y suavizar las
temperaturas, en varios lugares las temperaturas han superado los 38 grados celsius, mientras que hay ríos y arroyos que se han
secado completamente, lo que compromete el abastecimiento de agua potable en parte del país.
Al momento, 233 municipios de 16 departamentos presentan desabastecimiento de agua potable. De estos, 16 ya tienen racionamiento del líquido y hay 602 más con susceptibilidad de sufrir afectaciones En Santa Marta, se sufre la escasez de agua desde siempre ante la
inoperatividad del gobierno distrital que no ha podido solucionar este problema; los samarios esperan que las lluvias se presenten en la Sierra Nevada para que los ríos que abastecen la ciudad capital, puedan surtir del preciado líquido a los hogares de la ciudad.
En el punto donde nace el Canal del Dique, otro gran abastecedor de agua en la región, los niveles del Magdalena han descendido desde noviembre pasado más de cuatro metros, lo que supone un problema muy grave para los acueductos que se surten del río; este
panorama se repite en varias partes del país pero se torna más grave en los pueblos del sur del Atlántico, que tienen una estrecha
relación con el Magdalena, ya próximo a su desembocadura, y con el Canal del Dique.
Un intenso calor azota también a Chile y Argentina, donde los termómetros marcan temperaturas récord en muchos casos. En la
región metropolitana de Santiago de Chile, el termómetro marcó el miércoles 37,3 grados celsius, la tercera temperatura más alta registrada en los últimos 55 años. La temperatura récord sólo fue superada en 2017, año en el que la misma estación, de la comuna
Quinta Normal, un barrio popular del centro de Santiago, alcanzó a los 37,4, y un grado por debajo de la máxima histórica, los 38,3
grados soportados en enero de 2018.
En Argentina, la ola de calor se siente especialmente en la zona oeste del país y también en el sur de la provincia de Buenos Aires.
Desde el norte de Patagonia hasta el norte de Argentina hay temperaturas máximas entre los 35 y 42 grados celsius y
temperaturas mínimas entre los 22 y 26 grados Celsius; lo peor es que la ola de calor, en general, va a persistir al menos hasta martes
o miércoles de la semana que viene.
Más de 20 provincias argentinas han tenido temperaturas extremas, lo que puede poner en riesgo la salud de las personas, mientras
que en Santiago, se ha puesto a todos los efectivos en alerta con una batería de consejos para evitar los golpes de calor y los efectos de largas exposiciones, ya que en Suramérica, particularmente Argentina y Chile, tienen ese riesgo, de que se produzcan olas de
calor, que son un fenómeno atmosférico que cuando llega a los seres humanos se puede expresar como un golpe de calor.
Eso es lo que sufre el cuerpo y es un riesgo cardiovascular y también un riesgo para el sistema nervioso, que puede causar la muerte.
La confluencia de la crisis climática y de El Niño representa además un riesgo muy relevante para la salud de todos los ecosistemas, lo
cual es evidente por las sequías, pero también para la salud humana. En ese sentido, otro riesgo es el estrés hídrico, es decir,
por la menor disponibilidad de agua fresca, que es lo que afecta a prácticamente una cuarta parte de los municipios colombianos, y además está un mayor riesgo de que se desarrollan brotes de enfermedades transmitidas por vectores, enfermedades como dengue, zika y chikunguña.
Lastimosamente las lluvias caídas en los tres últimos días en Colombia, son esporádicas y no implican la ruptura del fenómeno
de El Niño, que seguirá manifestándose unos dos meses más, lo que obliga a la ciudadanía a ser consciente en el uso y racionamiento del agua.
Un presidente transformador
Nadie es estadista ni transformador por el hecho de auto predicar. Cuando semejante calificación proviene de un ego que impulsa a pregonar de sí mismo esas calidades, se está tomando una vocería que corresponde a la historia. Esta, a su vez, se ha de basar en realidades, calificadas después de un cierto lapso, lejos de pasiones inmediatas, y sobre la base de hechos ostensibles, consumados, y ampliamente reconocidos.
Cercano a cumplir cien años de vida, Jacques Delors murió cuando finalizaba el año 2023, dejando ostensible huella en la construcción de la Europa comunitaria. Desde todos los ángulos de apreciación de la vida contemporánea salieron comentarios sobre su talento político, su capacidad visionaria, y su habilidad para adelantar confrontaciones conceptuales con la mayor altura, en busca de una institucionalidad que viniera a consolidar la paz en un continente de profunda, reiterada e inigualada tradición de violencia.
Nacido en París, recién cerrado el capítulo de la Primera Guerra Mundial, Delors, como presidente de la Comisión Europea entre 1985 y 1995, tuvo que afrontar los desafíos del colapso de la Unión Soviética y el fin de la Guerra Fría. Fue entonces cuando se dedicó al propósito de organizar una Europa con peso suficiente en el mundo, para emprender el nuevo milenio con personalidad propia frente a potencias, existentes y nacientes, que han de jugar un papel relevante en un siglo que se anuncia como el más acelerado de los que hasta ahora se han vivido.
Desde el punto de vista político, cuando se requería de un liderazgo visionario, impulsó el crecimiento de la comunidad europea, que pasó de 10 a 15 miembros, y abrió paso para el ensanche que presenta hoy un grupo de 27 estados, que a pesar de sus complejidades tiene peso específico en el contexto contemporáneo.
La trayectoria de Delors como transformador de una Europa unida, bajo instituciones comunes, no dejó de encontrar obstáculos. Sus primeros oponentes fueron los líderes de diferentes bancos centrales de los países miembros. También lo fue Margaret Thatcher, celosa de la autonomía neoliberal de la Gran Bretaña, que veía al estadista francés como peligroso agitador de izquierda. A ello contribuyó el hecho de que éste último se hubiera dirigido al Congreso de Sindicatos Británicos, esencia del Partido Laborista, en apoyo de los derechos de los trabajadores, el fortalecimiento de su capacidad de negociación y la representación en los consejos de administración de las empresas.
La toma de decisiones día a día y el esbozo de una ambiciosa unión política, a manera de federación europea, llevaron a muchos a ver a Delors como intruso, desde el poder de Bruselas, en asuntos internos de los estados miembros de la Unión. Los sectores más conservadores y nacionalistas, ya desde entonces miraban con recelo cualquier movimiento o propuesta que afectase lo que consideraban fueros inalienables de los países, y sobre todo de regiones con tradición de autonomía que no estaban dispuestos a ver desdibujada.
El tratado de Maastricht, que no dejó satisfecho a todo el mundo, incluido Delors, fue el mejor ejemplo de una transacción sobre lo posible. Si bien no vino a cumplir las ideas de los maximalistas en favor o en contra de la Europa política y económicamente consolidada, caspaz de actuar ante el resto del mundo con suficiencia, fue plataforma sólida de cooperación entre naciones que se la habían pasado toda la vida dedicados a hacerse la guerra.
Gracias a la obra de Delors, sintetizada en la consolidación económica y política de la Europa comunitaria, fue posible no solo efectuar rescates financieros de algunos países y sobrevivir exitosamente al Brexit, sino plantar cara a Rusia ante sus pretensiones de controvertir ese proceso europeo que le quitó en pocos años la influencia que tenía desde que Stalin se apoderó de ese cojín de protección que iba desde el Báltico hasta los Balcanes. También se consolidó una Unión “bien perfilada” para la lucha contra el cambio climático, aunque siga pendiente el manejo adecuado de las migraciones
Décadas después de su retiro, la Europa comunitaria lleva todavía el sello que Delors le pudo imprimir. Su siguiente paso parecía ser la presidencia de Francia, pero el astuto estadista comprendió que “no había ambiente” para esa aventura, luego de los 14 años de Mitterrand. Quedó la incógnita de lo que habría podido ser Delors como presidente socialista, con su condición de católico militante y esa forma de conciliar las ambiciones arrolladoras del capitalismo con la protección de los trabajadores.
Como el poder no se ejerce necesaria ni exclusivamente desde la presidencia, creó “Notre Europe”, hoy Instituto Jacques Delors, grupo de estudios dedicado al refinamiento de la atención de necesidades sociales de orden político y económico, y la promoción de los ideales de la Europa comunitaria.
Respetado por propios y extraños, consultado y escuchado, Jacques Delors pasa a la historia como estadista de las mejores credenciales. Más allá de Jean Monet, Robert Schuman, Walter Hallstein y muchos otros, Delors no fue solamente un pensador, sino un gestor sin pausa y un realizador. Verdadero estratega que podía tomar decisiones y adelantar exitosamente proyectos de gran envergadura, sin dejar de hablar con inspiración y buen humor sobre las cosas más difíciles, no para dividir sino para unir. Como lo hacen solamente los verdaderos transformadores.
Liderazgo en la geopolítica mundial
Italia asumió la presidencia del G7, cuando las guerras de Gaza y Ucrania y la crisis del Estrecho de Taiwán, junto a grandes desafíos como el terrorismo, las pandemias o la Inteligencia Artificial, IA, ponen en entredicho el orden internacional establecido tras el final de Guerra Fría.
En este momento crítico de la geopolítica mundial, Japón traspasa el liderazgo de los siete países más ricos del mundo a una Italia que deberá conseguir un complejísimo consenso, ampliado al G20, imprescindible para afrontar las nuevas amenazas.
La tarea parece titánica, sino imposible, para la primera ministra italiana, la ultraderechista Giorgia Meloni, que, sin embargo, se ha preparado a conciencia para ofrecer la mejor cara de Italia en el mayor escaparate internacional.
El polvorín de Oriente Medio, la guerra de Ucrania, las relaciones con el "Sur global", África y las migraciones y el vínculo entre Inteligencia Artificial, IA y democracia serán temas de la cumbre de líderes mundiales que se celebrará del 13 al 15 de junio en la región de Apulia, sur, un escenario cuidadosamente elegido; esto simboliza el abrazo entre Oriente y Occidente y es también la mejor manera de superar la narrativa de Occidente por un lado y el resto del mundo por otro.
La cumbre llegará después de una serie de acontecimientos que han confirmado en el último año que el mundo ya no es estable: la guerra de Ucrania, la crisis del Estrecho de Taiwán, la guerra de Nagorno-Karabaj y la agresión de Hamás y la respuesta de Israel.
En los documentos estratégicos de las grandes potencias, de la OTAN, de la UE, se habla de amenazas que ponen en peligro la supervivencia del orden desencadenado al final de la Guerra Fría y la seguridad de los Estados que lo garantizaban.
El peligro proviene de Rusia y China, las potencias revisionistas, que son sin embargo necesarias para afrontar los retos de actores no estatales como el terrorismo y de fenómenos transnacionales: las pandemias, las migraciones, la IA, el cambio climático".
Está claro que el tema más divisivo es la política exterior; por ello, una de los grandes enigmas de los próximos meses es: "¿Qué pasará con el apoyo a Kiev? Porque el cansancio de Occidente se suma a la escasez de resultados y al nuevo escenario de Oriente Medio.
Está claro que la decisión de iniciar el proceso de adhesión de Ucrania a la UE es un espaldarazo político a Kiev, pero habrá que ver cómo se refleja en el frente; no se descartaría que para la cumbre junio se empezara a hablar de la posibilidad de una negociación.
La guerra ya ha durado mucho, los costos son elevados, las elecciones presidenciales en Estados Unidos, como un elemento decisivo, mientras Vannucci considera que dependerá de la perseverancia de Meloni evitar que Ucrania se quede al margen.
En Oriente Medio, con conflictos desde hace décadas, el G7 y la UE han mostrado mucha más división que con Ucrania, pues existe un amplio apoyo a un baluarte de la democracia occidental en la región, que es Israel.
Pero tampoco se puede ser indiferente a los excesos de su reacción con la población civil en una de las áreas más densamente pobladas del planeta y al riesgo de hacerle el juego a los extremistas, hay que destacar la tibieza general en la toma de posiciones claras y se ve muy difícil que Meloni sea capaz de lograr un consenso.
Pero, tras poco más de un año de Gobierno, la primera ministra italiana es una figura política consolidada y no dejará pasar la oportunidad del G7 para mostrar al mundo el nuevo rostro del liderazgo italiano".
A pesar de la diferencia de color político, Meloni tiene las mejores relaciones de la última década con Estados Unidos y con Alemania y ha establecido grandes vínculos con la UE “contra viento y marea”; por ello, Italia llega a la presidencia del G7 con las cartas adecuadas para desempeñar ese papel, aunque no se olvida el mayor riesgo que afronta éste y cualquier gobierno italiano: "la inestabilidad interna".
Si en el plano doméstico se está distinguiendo por no cumplir las promesas electorales, Meloni también destaca por su gran habilidad para la comunicación y para tomar decisiones difíciles en un tiempo rápido, como cuando despidió a su novio y padre de su hija en Instagram, después de que se filtrasen unas conversaciones de carácter sexual con una compañera de trabajo.
Desmantelar el asilo a cambio de ayuda
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, está dispuesto a desmantelar el sistema asilo y romper sus promesas de campaña a cambio de que los republicanos le apoyen un gasto extraordinario de más de 60.000 millones de dólares para seguir financiando la guerra de Ucrania.
En negociaciones con senadores del partido opositor, legisladores demócratas y funcionarios del Gobierno han propuesto reanudar las expulsiones en caliente en la frontera y expandir la capacidad del Gobierno para deportar a migrantes, entre otras medidas restrictivas La Casa Blanca no ha confirmado estas filtraciones, pero sí ha señalado que Biden está abierto a compromisos si los negociadores logran reunir los apoyos suficientes-
Al agotarse el dinero que el Congreso previamente había aprobado para Kiev y para convencer al escéptico bloque conservador de apoyar un nuevo desembolso en gasto militar, la Casa Blanca decidió incluir también más financiación para seguridad fronteriza.
La idea les rebotó: los republicanos agarraron las riendas de la negociación y aprovecharon para pedir mayores restricciones a la migración y al asilo a cambio de sus votos.
En vez de rechazar sus exigencias, la Casa Blanca redobló su influencia en las conversaciones, enviando a funcionarios del Departamento de Seguridad Nacional, DHS, entre ellos el secretario Alejandro Mayorkas, al Congreso.
Decenas de legisladores demócratas, incluyendo su número dos en el Senado, Dick Durbin, y los miembros del caucus hispano de la Cámara de Representantes, han rechazado firmemente el trueque que está considerando la Administración. A su vez, han pedido a Biden que respete sus promesas de campaña de revertir las políticas antiinmigración del expresidente Donald Trump (2017-2021).
Expertos en migración y organizaciones en defensa de los derechos humanos han señalado que las propuestas que se están barajando, en especial la de reanudar las deportaciones en caliente, desmantelarían el sistema de asilo en EE.UU., al que actualmente se están acogiendo la mayoría de personas que cruzan la frontera.
Bajo la ley actual, que se adoptó tras la Segunda Guerra Mundial, EE.UU. se comprometió a dar protección a las personas que no pueden volver a sus países por miedo a persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, pertenencia a un grupo social u opinión política.
Para obtener esta protección, es requisito también que la persona esté en suelo estadounidense. Deportación "en caliente" significa entonces que las autoridades pueden expulsar a alguien sin darle oportunidad a pedir asilo.
Hasta mayo de este año, la frontera sur de EE.UU. estuvo regida por el Título 42, una restricción similar a la que se está negociando y que impuso en su momento el Gobierno de Trump con el pretexto de la pandemia; revivir una práctica similar hará que la ley estadounidense esté completamente alejada del derecho internacional.
El Título 42, mientras estuvo en vigor, infló las cifras de detenciones en la frontera por la cantidad de personas que cruzaban más de una vez después de ser expulsadas. Entre 2020 y 2021 se llevaron a cabo más de 1,8 millones de devoluciones de migrantes bajo el Título 42, aunque más de la mitad fueron personas que ya habían sido detenidas y expulsadas a México anteriormente. Volver a imponer una restricción así, no haría nada para resolver los problemas en la frontera.
El continente está registrando cifras récord de movimiento de personas, a causa de profundas crisis políticas en varios países como Venezuela, Nicaragua o Ecuador y los estragos económicos que dejó la pandemia.
Las propuestas que limitan el derecho a buscar asilo, terminarán enviando a la gente nuevamente a la muerte, la tortura o el encarcelamiento.
La Administración, a juicio del experto, está dividida entre los funcionarios que entienden la importancia del asilo en el sistema de derechos humanos y aquellos que temen que la llegada de miles de migrantes a la frontera cada día pueda costarles votos en 2024.
Y cada día son más
Un total de 2.875.743 venezolanos han abandonado el régimen venezolano y viven actualmente en Colombia, ratificando el desastre que vive la nación vecina y el nefasto gobierno de Nicolás Maduro.