El ministro de Ambiente, Luis Gilberto Murillo, señaló que tras un sobrevuelo en el punto donde se presentó el atentado contra el Oleoducto Caño Limón Coveñas, la emergencia ambiental a raíz de una mancha de crudo en la quebrada “La Cristalina”, fue controlada.
“Recorrimos toda la cuenca del río Catatumbo y lo que hemos confirmado es que el plan de contingencia y de respuesta liderado por Ecopetrol funcionó muy bien, se ha hecho la limpieza total y esto es una buena noticia”, explicó Murillo.
Sin embargo, según información preliminar de la cartera de Ambiente, “se han afectado cerca 700 familias, 300 predios y un total de 2.500 hectáreas, por lo que se estableció la creación de una mesa de trabajo que pueda proveer soluciones. Las autoridades ambientales aseguraron que el derrame no afectó ninguna cuenca abastecedora de los acueductos de la región”.
Murillo al finalizar el Comité Técnico Ambiental en Tibú ordenado por el presidente Juan Manuel Santos, precisó que “ante la posibilidad de que la mancha traspasara la frontera”, estuvo en diálogo permanente con su homólogo de Venezuela y con la Vicecanciller para establecer acciones preventivas.
Desde Norte de Santander, el ministro alertó por por los niveles de deforestación en la cuenca alta del río Catatumbo. "Eso confirma la información que tenemos del Ideam, de que se ha aumentado sustancialmente la deforestación en esta región. Hacemos un llamado a que podamos implementar programas de restauración y de reforestación en estas zonas".
Finalmente el funcionario hizo un llamado para que no siga atentando contra la naturaleza, pues durante el recorrido se observaron “refinerías ilegales” que tienen un enorme impacto ambiental negativo y están en zonas donde se pone en riesgo a la población.
